El mes más esperado y llegaron las fiestas. Es cuando aprovechamos para agradecer un año más de éxito y de buena fortuna. No sólo es el evento de la oficina, es la reunión de tu equipo de trabajo y alguna que otra comida y cena con otros amigos y clientes de trabajo.
Creer que en este mes que todo mundo tiene fiestas nuestro comportamiento puede pasar desapercibido es un gran error. Tener en cuenta que a través de cómo actuemos, es reflejado en lo que los demás perciben de nuestra persona y esto incluye clientes, jefes y compañeros, es importante para mantener una impecable imagen profesional.
Lo mejor es cuidar desde un principio nuestro comportamiento. En la fiesta de la compañía, hay que cuidar no comer y beber demasiado y arrasar con todo lo que hay alrededor. Es preferible tener un control con las cantidades. Relajarte demasiado, puede provocar que cometas errores con otras personas. Imagina que tu jefe se da cuenta que lo único que haces es tomar como si estuvieras compitiendo en una carrera por el primer lugar; en base a esto se formará un criterio de tu comportamiento y tal vez afecte el cómo perciba que te desenvuelves en el trabajo. Recuerda que saber controlarte, significa que puedes manejarte correctamente en las actividades laborales. De otra forma, demostrarás que eres descuidado y menos responsable.
Si al día siguiente te tienes que presentar a trabajar, y tu aspecto es deplorable, ojos hinchados, sin rasurar, no puedes dejar de bostezar, no debes asumir que esto es invisible y las personas no se dan cuenta. Habla mucho del respeto que le diste o la importancia que le das a tu trabajo. Si no observas estos detalles por que decidiste no comportarte correctamente un día anterior, los demás lo notarán. Tal vez no te digan nada directamente, solo recuerda que a la hora de tomar en cuenta integrantes del equipo, promociones y asignar tareas importantes, puedas ser al último que escojan.
Cuando tu eres el cliente, aun cuando seas la persona más importante para ellos, no significa que pidas lo más caro del menú, o que decidas tomar y comer todo aquello que está a tu alrededor. Demostrar que solo te interesa que te patrocinen todo lo que puedas beber y todo lo que puedas comer habla mucho de quién eres.
Pedir más regalos de los que te mandan sin considerar que tus proveedores hacen un esfuerzo por asignar un presupuesto para estos no es lo correcto. No asumas que es su obligación darte extras solo por que eres un cliente importante. Demuestra tu educación, respeto y agradecimiento, al gran detalle que están teniendo contigo.
Caer en la trampa de la tentación decembrina es muy fácil, solo recuerda que todo mundo te está observando, aunque no te des cuenta y aunque no te lo digan. Tu comportamiento refleja lo profesional que eres en todo momento y demuestra que eres una persona exitosa y que respeta ante todo, la convivencia con todos los demás, sean quien sean.
Foto “© [Simon van der Berg] / [PhotoXpress]
Ale Marroquín, es consultor en imagen y protocolo de negocios. Certificada por la Asociación Internacional de Consultores en Imagen (AICI) como FLC (First Level Certificate). Con casi 20 años de experiencia en áreas de ventas y relaciones con clientes, Ale Marroquín, asesora a las personas para transformar sus habilidades en áreas de comunicación, liderazgo, comportamiento, actitud y apariencia profesional. ¡Transformando la imagen y comunicación en las personas!
