Hace tiempo, trabajé en una empresa en el área de atención a clientes. Las personas que conformaban el equipo, eran recien egresados. A una persona le gustaba enseñar el ombligo con blusas cortas, y así se presentaba a visitar a los clientes. El aspecto de otro de ellos era bastante desaliñado.

Fue un gran reto:  cómo rescatar a las personas valiosas y que un detalle cómo este no repercutiera en su trabajo. Un cliente no le da suficiente importancia  al vendedor que se ve sucio, y esto no ayude a fortalecer la relación. Es dificil  pensar que eres responsable y seria cuando llegas a una cita enseñando el ombligo.

Un detalle como el pelo sucio, o largo, tus uñas mal cuidadas, puede provocar que la gente tenga una mala impresión tuya y por esa simple razón, no desear hacer negocios contigo.

Se dice que hay que vestirse para el trabajo que quieres tener, no para el que tienes actualmente.  Cuando las personas dicen que prefieren irse cómodas a trabajar que esforzarse en su atuendo, es mentira que la ropa profesional sea incómoda.  Siempre he dicho que si vas a ver un dentista que tienes los dientes chuecos y oscuros y con mal aliento: le darías la oportunidad que trabaje contigo?

Parece mentira, como las primeras impresiones pueden deshacer buenos negocios y lograr obstaculizar nuestro crecimiento profesional. No crees que deberías poner más cuidad en tu aspecto e imagen personal de ahora en adelante?