En una ocasión un headhunter me contactó  por que estaban interesados en entrevistarme.  Aunque en esos momentos yo no tenía intenciones de cambiarme de trabajo, siempre es importante hacer relaciones y abrirse las puertas para oportunidades.

Me mandó un mail la directora del despacho dónde me explica que ella no estaría, pero que me va a contactar una persona para que me entrevisten. Así pues me contactaron via e-mail y fijamos la hora y la fecha. Me fui preparada para  causar una buena primera impresión. Imprimí mi curriculum con una foto y me fui muy temprano para no llegar tarde.

La secretaria que llegó 15 minutos después de la hora acordada, tardó otros diez minutos en avisarme que llegaría después la persona que me iba a entrevistar. No se disculpó y me sugirió que siguiera esperando.

El despacho de entrevistas, se dedica a reclutar y buscar ejecutivos para empresas que no tienen el tiempo y tal vez la gente calificada para realizar este proceso. Confían en que ellos lo van a hacer correctamente.

La primera impresión que me causó, es que no eran formales.   No pude seguir esperando pero me quedó la duda si la jefa supo de ese incidente. Respetar el tiempo de los demás es básico para  demostrar que te importa la otra persona. De otra manera, parece que el único tiempo valioso es el tuyo y que el de los demás no es tan importante.

Todo esto, es parte de la imagen que proyectamos, yo no confíe en la secretaría, y de paso en la empresa. Tal vez hubiera sido una buena oportunidad  para mí, pero todo se vino abajo, por la mala imagen que proyectó la secretaria. A su vez  el despacho no me pareció formal.

Foto “© [Marina Bartel] / [PhotoXpress]