Personal Branding: Las Vegas vs. Imagen Profesional.

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La semana pasada estuvimos en Las Vegas con la familia de mi esposo, celebrando el 50 aniversario de mis suegros. Siempre he pensado que ir a Las Vegas es como ir a Disneyland para adultos. No sólo por el espectáculo que representan los hoteles y los shows, por la gran diversidad de personas que ves caminando por ahí.

Mi suegra comenta que antes ir a Las Vegas era ver toda la gente arreglada dentro del casino. Vestían con sus mejores prendas para ir a las apuestas y también a las maquinitas.

Hoy hay de todo tipo de vestimenta en los casinos.  Puede haber una persona súper bien arreglada y formal, así como el que va en shorts y sandalias de pata de gallo.  Es impresionante el extremo que puedes observar en la forma de vestir de las personas.

A mi en lo personal, me sorprende ver personas que parecen por su apariencia, que no tendrían un presupuesto para apostar y sin embargo, los ves horas y horas en mesas y maquinitas sin ninguna preocupación.  Gente de todas las edades y de todas las regiones, y aquí si existe  la excepción a la regla, por que no te impiden jugar si no parece que tienes el poder adquisitivo; con que saques tu dinero, no les importa lo que representa tu imagen.

Desgraciadamente, Las Vegas no es un lugar para usar como parámetro y cuando lo aterrizas a la vida real y a la vida profesional, es importante ser congruente con tu mensaje a través de la imagen que proyectas, no sólo en tu apariencia, sino en tu comunicación y tu lenguaje no verbal.

Justo ahora estoy trabajando con una propuesta para una organización, que busca unificar el mensaje de sus empleados a través del código de vestimenta.  Están dudando de cómo sustentar lo que buscan en su equipo y que luzcan con presencia ejecutiva adaptado a su industria. Consideran que a veces es delicado decirle a sus empleados qué si usar y qué no usar. Es por eso que existimos los consultores en imagen, para poder apoyar con teoría y con fundamentos que ya existen, con el fin de respaldar estos lineamientos.

Esto no es el hilo negro, los niveles para vestir en lo profesional es algo que ya hay, la línea delgada radica entre lo que las personas creen que significa, por ejemplo, casual formal o casual de negocios y lo que realmente es. Por supuesto que si no se les instruye, habrá muchas personas que usan su propio criterio de lo que consideran apropiado para ese lineamiento y este no necesariamente es correcto.

Siempre que una organización duda de cómo transmitirlo, les comento que es así de fácil, hay cosas que no se pueden usar y cosas que sí. Lo que es muy importante,  es que sus empleados transmitan los valores de la organización con congruencia y que sean capaces de proyectar que son lo que parecen y que son capaces de ejecutar con resultados.  Que no exista la duda de su capacidad, por que no es como en Las Vegas, que sacas tu billetito y lo que te dure la apuesta, sin importar como luces. Si en tu primera impresión no logras transmitir, quizá te tome mucho más tiempo para lograr que otros sepan de qué eres capaz. Ese tiempo es valioso y como organización, lograr que tu equipo proyecte el mismo mensaje que los valores de la marca corporativa, es parte de posicionarte como autoridad y experto en lo que haces y sobresalir de entre tu competencia.

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