En estos días salió el tema de la tecnología y de las herramientas que se usan para mantenerse actualizado y a la vanguardia. Esto es parte de la imagen integral de una persona. Imaginen quién NO tiene ya un celular con internet. ¿Muy pocos verdad?

El problema aquí es que se puede bloquear la comunicación con otros si no tenemos cuidado en cómo manejarlo.  En otros tiempos,  cuando no había tantas cosas, las personas no te interrumpían para tomar una llamada o para ver un mensaje.

Cuando he tenido oportunidad de platicarlo con otros, muchos opinan que es por que es parte de su trabajo y estar revisando la información es importante. Algunos me dicen, es que es mi esposo, hijo, hija, tía, mamá, el presidente de la república, y que tienen que contestar en el momento.

Las señales con tu actitud y lenguaje no verbal que mandas a los que están a tu alrededor, no son recibidos de igual manera.  Si una persona percibe con tus actos que te interesa más lo que está en tu celular o computadora, se va sentir menos importante y esto debilita la comunicación.

Si no hay oportunidad de explicar lo que estás haciendo, ¿cómo van a saber que es de trabajo y no que no te interesa la persona con la que estás?  Hay sus excepciones, y si en realidad estás por recibir un mensaje importante, avisa que en algún momento tendrás que distraerte para contestar. De esa manera la otra persona sabrá que esperar.

La conexión en persona, es la que fortalece mejor la comunicación y las relaciones con otros.  Voltear a ver a los ojos, dedicarle toda tu atención con energía y que tu cuerpo gire completamente hacia ella, sonreír, y no demostrar inquietud por que tienes que hacer o leer otra cosa, es la mejor forma de lograrlo.  No pongas como pretexto o justificación a la tecnología y que en estas épocas todo mundo lo hace y mejor construye relaciones exitosas.

Foto “© [Dmytro Konstantynov ] / [PhotoXpress]