Hace 25 casi 26 años que empecé a trabajar.   Me gradué de la carrera y desde entonces siempre he estado activa. Al inicio, porque tenía que mantenerme viviendo sola en la ciudad de México.  Cuando me casé, porque era lo natural seguir haciéndolo y francamente porque no me imaginaba mi situación de otra forma.  El reto era la búsqueda de balance entre el trabajo y la familia.

Balance entre trabajo y familia

Hoy reflexiono de cómo logré llevar un balance entre mi vida familiar y las obligaciones que existen en un trabajo serio y formal.  La verdad no lo planeé.   No es que haya analizado una  estrategia para crear este balance entre mi familia, (que hoy sigue siendo mi motor y lo mas importante para mi) y el trabajo.  Hubo cosas, que no es que hayan estado mal pero pude haber hecho mejor, sobre todo en la parte de la carga de obligaciones que tanto mi esposo y yo teníamos en la casa.

Por ejemplo, cuando mi primer hijo estaba recién nacido, pedí medio tiempo para poder estar más presente con mis hijos.  No crean que las tardes las ocupaba para ir al super y asegurarme que nada faltara en mi casa.  Lo que hice fue hacerme más práctica y lo empecé a pedir a domicilio para no perder tiempo.   Así pude hacerme más eficiente en otros aspectos. Ha sido tan buena solución que a la fecha lo sigo haciendo y gasto mucho menos (tip de ama de casa).

Un sencillo acuerdo

En mi familia no lo hablamos así de claro.  Como que dimos por hecho de qué me encargaba yo y que le correspondía a mi esposo.  Sin embargo, hoy que es más común que la mujer con familia trabaje, sugiero que si lo platiquen por las siguientes razones:

• Si no lo platicas, es como cualquier actividad profesional, se puede sentir que la repartición de actividades o las obligaciones de uno con otro no estén parejas o en balance. En mi caso no negocié   con mi marido que las noches de insomnio cuando nacieron mis hijos fueran compartidas, y pues tanto en el primer parto como en el segundo, yo era la que se levantaba todas las noches y eso no impedía que estuviera a las 8 am en el trabajo, aunque fuera cansada y ojerosa.

Muy tarde comprendí que aunque parece que esto es obligación de la madre, puedes platicar con tu pareja de dividirse ciertas noches y ciertas mañanas para que ambos descansen.   Suertudo él que nunca se me ocurrió ponerlo sobre la mesa.

• Pueden platicar que quién lleva la mayor carga de responsabilidad y por ende mayor ingreso, quizá haya algunas tareas que pueda exentar (sí, parece como el que estudiante que se merece no presentar a fin de año). Esto será entonces responsabilidad de quien tiene menor ingreso o más tiempo libre.    Cuando los dos tienen un mismo nivel de responsabilidad y de ingreso, entonces el equilibrio se de en que las tareas también están repartidas equitativamente.  Unas veces se levanta uno por la noche o otras veces otro.  Cómo se dividen en cuando y quién lleva y trae a los hijos al doctor o sus clases extracurriculares.

Muchas mujeres se ponen su propio techo de cristal porque cuando se abruman con tanta carga, la de cumplir con las necesidades de la familia y sus obligaciones de su trabajo, entonces deciden renunciar a lo profesional.  Esto no tiene que ser si lo hablas con transparencia con tu pareja.

Algunas no renuncian pero viven con el resentimiento oculto de que les toca hacer más trabajo que a su pareja y eso tampoco les permite desarrollarse mejor o fluir positivamente.

En mi opinión, cada vez más se necesita un doble ingreso para vivir relativamente normal. Esto no quiere decir que esté mal si eres mujer y decides dedicarte a tu familia.  Sin embargo yo siempre voy a fomentar que las mujeres se sientan autosuficientes, haciendo algo que no solo les produzca trabajar su mente.   La intención es que puedan reflexionar que son útiles y que pueden trabajar por muchas razones, por apoyo al ingreso familiar, por ser precavidas para cualquier eventualidad, porque simplemente quieren ser productivas.

Conseguir un trabajo con horario flexible es una muy buena opción para que no se sienta tan pesado cuando los hijos son muy pequeños.  Con más razón hoy en día que existe la comunicación virtual y muchas empresas apoyando el home office para que en lugar de perder el tiempo en el trafico, lo utilices mas sabiamente desde tu hogar.

Roles

Los roles de cada quien, tienen que ser de mutuo acuerdo. Es importante hablarlo y saber a qué están dispuestos a comprometerse, ambos, padre y madre cuando hay familia y hay que tener este balance.  La familia para mi es un motivo de empoderamiento, no un obstáculo para ser profesional.

1. Le enseño a mis hijos el valor del trabajo y porque importa para cada uno. A mi hijo hombre, que sepa que está bien que su pareja trabaje y cómo apoyarla.  A mi hija mujer a que sea independiente y autosuficiente.
2. Cuando se presentan retos, las cosas se hablan. A qué estamos dispuestos a sacrificar en la vida familiar por trabajar y a qué no. En mi caso, renuncié en un par de ocasiones a mas responsabilidad mientras mis hijos eran muy chicos.   Tengo una conocida que se cambiaba de casa cerca de su oficina, cada vez que era necesario para no tenerlos tan abandonados.   Hoy existen lugares dónde te permiten llevar a tu hijo a la guardería, como lo hacen en Co-madre. Las mujeres van trabajan y sus hijos están ahí mismo en la guardería, al lado de sus mamás.  No es obstáculo.
3. En ocasiones el nivel de responsabilidad o de mayor ingreso no tiene que ser el del hombre. Si lo platican y tienes la opción de escoger, quizá sea la mujer la que tenga este rol, y entonces las otras actividades se vuelven responsabilidad del hombre, pero se tiene que hablar, para evitar posibles malos entendidos.

Al final, no creo que la mujer deba sentir que está muy cargada la balanza de su lado cuando trabaja.  El tema es sentarse, platicar, negociar y tomar decisiones.  Cada familia tendrá sus prioridades y debe haber un balance que acomode a ambos lados.

Si tu has dudado si trabajar puede impedir cuidar a tu familia, es momento que lo platiques con tu pareja y lleguen a acuerdos.  Encontrar el balance entre trabajo y familia es algo muy importante actualmente. Estoy segura que es algo cada vez más común y se puede lograr.   Como mujer, quiero motivar a otras a que sigan trabajando, que sus hijos reconozcan el valor de trabajar y el resultado que hay al hacerlo, no importa si es un simple emprendimiento, sentirte útil y valiosa, y mantener tu mente activa e ocupada es algo que tenemos que seguir fomentando a nuestras mujeres mexicanas.