Storytelling: el Reto de contar historias en lo profesional.

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Contar historias en lo profesional es un reto. En donde evitas caer en la línea delgada de solo pararte y contar una historia divertida, y donde entregar un mensaje profesional sin aburrir.  Storytelling no es solamente invitar “un tío borracho que conocí en el bar y que cuente sus historias” (esta nota la escribió un suscriptor a mi canal de youtube y tiene un punto).

 

La semana pasada me buscó un ex colega para que lo apoye a él y a su equipo a presentar. Me comentó como puede notar que hay personas que se les da natural y que cuando le toca a él pararse a hablar a pequeñas audiencias, no tiene idea por donde empezar.  Quizá lo que el nota en la otra persona o piensa que se le da natural, no sea tan improvisado y haya detrás un trabajo de preparación, como debería ser siempre para lograr un storytelling espectacular.

 

Storytelling: todo un reto.

El reto de contar historias en lo profesional va a depender de si que puedas seguir lo que yo sugiero a continuación. Quizá con esto, mi suscriptor de youtube, le de más claridad de cómo hacer un storytelling de impacto con estructura.

 

  1. Objetivo de tu historia: Primero que nada, tienes que tener claro un solo objetivo al hacer una presentación. Muchas veces las personas quieren abarcar varios temas y olvidan que debe haber un solo foco.  Así que toma tiempo para reflexionar cuál es tu prioridad: Informar, Vender, Persuadir, Motivar. Con qué quieres que salga tu audiencia al final de tu presentación.   Si quieres que terminando salgan corriendo a comprarte, o simplemente que estén enterados de los avances que has logrado para educar o que te tengan en su mente.

 

  1. Quien es tu audiencia: La historia se cuenta dependiendo de a quién te diriges.   Es público mayor, joven, mujeres, hombres o una mezcla de todos estos. ¿A qué industria pertenecen o porqué están ahí?   Cuando tienes bien detectado a quién te diriges, será más fácil planear qué tipo de historia tienes que contar.

 

  1. Divide tu presentación en tres: Así te aseguras que es concisa, se alinea a tu objetivo y no hay paja para rellenar. Así es, cuando no tenemos una estructura, metemos mucha información y esto debilita el impacto del mensaje que entregas. Algunas opciones para que puedas dividirla en tres son responder a las siguientes preguntas:
    • Lo que hice, lo que aprendí, lo que importa.
    • Dónde he estado, donde estoy ahora, hacia dónde voy.
    • Por qué, cómo, qué.
    • Problema, oportunidad, resolución.
    • Ganancias, aprendizajes, siguiente paso.
    • Dejar de hacer, empezar a hacer, continuar haciendo.
    • Lo que es, lo que hace, por qué importa.
    • Debo, puedo, debería.
    • El resultado, el equipo, el individuo.

 

 

  1. Elabora una historia atractiva de lo que vas a decir. Puede ser una anécdota, un hecho, una historia de alguien más, de otra marca de tu compañía, un dato histórico o simple ficción. Si por ejemplo tienes que describir los productos o servicios de tu negocio, y escoges alguno de los puntos en el inciso anterior, puedes empezar a contar la anécdota de alguno de tus clientes que han consumido tus productos y cómo les cambió la vida.

 

  1. En la primera parte puedes describir el problema de tu cliente y lo que eso significaba para él y como impactaba su día a día. Cómo sufrió o qué le preocupaba antes de dar con tu producto.  Recuerda dar detalles de dónde estaba, qué le pasaba y cómo le afectó en su momento esta situación.
  2. Para el segundo inciso, puedes describir como se presentó la oportunidad que el pudiera resolver su problema tomando en cuenta los beneficios que ofrecen tus productos. Aquí es dónde aprovechas describir los atributos de tus productos o servicios, ligados al beneficio que tienen o tuvieron para el protagonista de tu historia.   Cuenta con detalle, pero no tomes mucho tiempo, simplemente describe la situación para que tu audiencia lo imagine y se ponga en el lugar de tu protagonista.
  3. En el tercer inciso describes cuál fue la solución a esta oportunidad, qué pasó con el protagonista de tu historia cuando adquirió tus productos o servicios y cómo influyó positivamente en su vida de manera que invites a otros a querer probarlo. Cuál es el desenlace positivo de esta historia y cómo el no tenerlo cerca puede hacer que otros sigan viviendo sin esta satisfacción. Haz que corran a hacer una fila para anotarse y comprar tus productos o servicios.

 

  1. Revisa tus tiempos, tu lenguaje no verbal, las palabras que usas en tu historia y la energía con la que lo comunicas. Todo esto influye en ser el mejor presentador, aún mejor que el tío borracho que conoció mi suscriptor en un bar.

 

  1. Observa a tu audiencia. Cuando manejas un coche, tienes que estar alerta no solo del coche de enfrente, si no por tu retrovisor del que viene atrás, del que viene a tus lados y además revisar la calle que estás recorriendo de obstáculos que se puedan aparecer. Es lo mismo cuando vas a presentar, debes estar alerta que, al entregar tu mensaje, observas todo tu entorno para que sepas que no atropellas a nadie, que no se te olvida recoger a ningún participante a subirse a tu historia, que lo tienes dominado.  Es un gran error solo concentrarte en decir lo que practicaste sin observar como está impactando a quien te escucha. Todos tus sentidos deben estar alertas y aquí en dónde la energía que fluye atrapa gente a querer saber cada vez más.

 

El reto de contar historias en lo profesional es tener la habilidad de dominar a tu audiencia, atrapándolos con historias que contengan mensajes que realmente informan, comunican, persuaden y atrapan la mente de quien te escucha.  Si tomas tiempo para prepararla y planearla, te aseguro que serás un presentador de impacto. Storytelling no es solamente inventar cuentos, tal como lo digo en mi video.  Es tomar el tiempo para planear la estructura y cómo lo vas a decir para que otros sientan interés en escucharte.

 

Este es un tema que me encanta y que dedico un capítulo en mi libro de Presencia Ejecutiva. Si tienes o buscas puestos de liderazgo, el reto de contar historias en lo profesional no debe ser algo que te preocupe. Dominar la situación, suma puntos a tu proyección de liderazgo e influencia.  No a todo mundo se le da natural, pero no quiere decir que no se pueda lograr.   La creatividad que le impregnes a tus historias la puede tener cualquiera que le dedique tiempo, dedicación e intencionalidad.

 

Así que atrévete a hacer storytelling en lo profesional, que no sea un reto, que se sienta como una conversación con tu mejor amigo/a, y podrás ver cómo se sentirán naturalmente atraídos a lo que tienes que compartir.

 

 

 

 

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