Imagina que estás en un salón donde reúnes personas para tratar de vender un proyecto. Calculaste fríamente todas las opciones para comunicar a un grupo de inversionistas el beneficio que tendrán si confían en tu proyecto. Hiciste las matemáticas. Estás seguro que no hay forma que tu audiencia no se amontone a firmar y confiar en tu proyecto. Queda clarísima la forma en la que éste tendrá un impacto económico positivo, así como en el ámbito de tu industria.
Te paras al frente, empiezas a exponer y recitas los números uno a uno, tabla por tabla. Demuestras el camino que te llevó a las conclusiones. Al final de la reunión, cuando esperas que todos se amontonen a firmar el cheque, la respuesta que tienes, es:
“Lo vamos a revisar, gracias por tu presentación.”
¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué no están formados queriendo ser los primeros en firmar?
Al recitar todos los números, olvidaste engancharlos, olvidaste conectar con tu audiencia. Solo pensaste en tu proyecto y lo importante que éste era. Contar historias provoca inspiración. Mueve mentes. Atrae a las personas y sobre todo es más fácil recordar historias que una serie de datos que, apenas sales por la puerta, te costará trabajo recordarlos.
De acuerdo a , en su artículo de “What Storytelling Is and What Is Not” en Forbes, comenta cómo al contar historias la mente conecta a través de ondas entre el que expone y quien escucha. Esto permite alinear en la comunicación a las mentes de las personas y anticipar lo que creen que pueda pasar, pero sobre todo, sentirse mayormente interesados en el contenido.
Contar historias transporta a las personas a la situación específica. La visualizan en su mente y les permite entender mejor el mensaje. Saber contar una historia que inspira siempre deja mayor efecto en las personas que arrojar una serie de datos que como mencioné anteriormente, provocará que olviden la mayor parte de la información.
En una historia, una persona puede aprender pasos sencillos para llegar a un final en donde se sentirán parte del desenlace y querrán actuar porque están motivados.
¿En dónde puedes contar historias (storytelling)?
- Puedes contar historias cuando vas a hacer un “Pitch” de ventas.
- Puedes hacerlo cuando vas a empezar una clase.
- En una sala de juntas informativa.
- Para lanzar un producto.
- Simplemente cuando quieres comunicar algo.
Lo que tienes que recordar.
En tu mensaje, al contar una historia, tienes que asegurarte que hay un inicio que enganche para que las personas estén atentas desde el principio. Al ir contando la historia debes describir lo que te llevó a la situación crítica y cómo lo resolviste. Sobre todo, recuerda, cerrando con impacto. Hacer una conclusión sobre el inicio de tu historia y donde visualizas que con ese fin, quieres llevar a tu audiencia.
Contar historias es inspirador. Crea mayores conexiones con las personas y permite que la gente te ponga atención. Es tu momento de destacar y de ligarlo a tus talentos, pero sobre todo a tu liderazgo. Si no tienes la habilidad de transportar a las personas con tu mensaje de un lugar A a un lugar B, dudarán de que seas capaz de dar soluciones y de la credibilidad que puedes resolver en momentos difíciles.
Haz la prueba, usa el storytelling para convencer a otros y cuéntame si notaste la diferencia.
