Halagar puede llegar a incomodar.

Fecha

Este fin de semana, celebrando el 16 de septiembre entre amigos, un amigo nos contó una anécdota con uno de sus clientes.  Por la naturaleza de su trabajo, tiene que viajar mucho e invita constantemente a sus clientes a comer o cenar.

Resulta que en una cena con uno de estos clientes, le ordenan al mesero una botella de vino.  El mesero, destapa la botella y le entrega el corcho al anfitrión.  Este, por cortesía, decide darle el corcho al cliente para darle importancia como invitado de honor.  El cliente visiblemente incomodo, se le queda viendo al corcho dudando un poco y decide pasar la lengua por este para después anunciar que  el vino estaba bueno para servir.  Todos los que estaban alrededor trataron evitar reír frente al cliente ante esta situación tan incómoda.

Escuchar la anécdota nos pareció muy chistosa, y le preguntamos, si no se imaginó que tal vez el cliente no supiera cómo actuar ante esa situación.  El comenta que lo primero que hizo fue pensar en el invitado de honor y no se le ocurrió pensar que quizá no sabía sobre vinos.

¿Qué se hace en casos en dónde no estás seguro de cómo comportarte en la mesa?  Sobre todo por que no todo mundo está obligado a conocer de todos los temas. Si tienes dudas de cómo reaccionar, observa a los que están a tu alrededor, y ve cómo lo hacen. En este caso, el cliente pudo haber dicho, “Gracias, prefiero que lo hagas tú”. Eso le da la pauta para ver qué hace la otra persona.

En este ocasión fue vino,  pero otro día puede ser un alimento que es difícil para comer o un platillo desconocido.  Si no estás seguro, no pidas alimentos que puedan parecer complicados y ve a lo que ya conoces. Hay platillos que tienes que evitar cuando es de negocios, tostadas, tortas, espagueti, todo aquello que pueda hacerte perder el estilo al comer y que te pueda dificultar el resto de la velada.

Si tu eres el anfitrión, no asumas que otros tienen los mismos conocimientos o experiencia en cata de vinos o alimentos complicados. Tu deber es hacer sentir cómodo a otros y por ejemplo, en este caso, mi amigo pudo haber preguntado primero, “¿Quiere usted oler el corcho?” y así le das una salida fácil para que no tenga que decir que no sabe.

Inclusive puedes decir: “Siempre he querido conocer más de vinos, por qué no me platicas un poco más del proceso para seleccionar y catar vinos. Estoy seguro que siempre hay algo nuevo que aprender”. Mi amigo hubiera estado feliz de explicar y compartir lo que sabe  y nadie hubiera tenido que pasarla mal.

El comportamiento en la mesa es importante cuando quieres proyectar tus habilidades para relacionarte.  Tanto si eres el cliente o el anfitrión, debes hacer que todo fluya con gracia y que otros se sientan cómodos en todo momento. Si buscas halagar, procura no incomodar.

©PhotoXpress  [Tomasz Trojanowski]

Otros Artículos

Liderazgo, seguridad, temple, credibilidad y confianza

Completa el registro y descarga estas sugerencias y consejos que fortalecerán tu liderazgo y Presencia Ejecutiva.