En un curso de coaching, dónde los participantes eramos hombres y mujeres, un instructor tenía que enseñarnos a tener mejores técnicas comerciales. A continuación les voy a contar algunos cosas que se pudieron hacer diferentes por el instructor.
En un momento del curso, el instructor pasó al frente a un hombre y en lugar de guiarlo correctamente a las respuestas que quería oir, lo empezó a arrinconar y exponer en público. Lo presionaba con un tema tras otro y al no escuchar lo que quería oír, continuaba haciendo preguntas. Una vez terminado el interrogatorio le extendió la mano y lo mandó a su lugar. El público estuvo incómodo al ver cómo se creó tensión.
El siguiente turno fue para una mujer. Hizo lo mismo que con el hombre, presionando a obtener información, solo que después del interrogatorio, antes de dejarla sentar, le pidió un abrazo para terminar con las preguntas.
No es correcto hacer diferencias entre hombres y mujeres en el terreno de lo profesional. La implicación fue que por ser mujer le tocó un abrazo cuando debió de extender la mano igual que con el hombre a quien sí le demostró profesionalismo al despedirse.
Otra cosa que pudo hacer diferente, fue el de exhibir en público a las personas. Esta no es la mejor elección. Puedes guiar con tus preguntas para obtener una respuesta, pero no incomodar a las personas cuando hay más gente. La mayoría de las personas, dejan de participar cuando se sienten exhibidas.
He mencionado otras veces, como corregir a alguien en público, no es lo mas adecuado. Las relaciones se desgastan y las personas tienen reacciones negativas cuando otra persona hacen público sus errores. En lugar de enmendar el problema, seguro va a hacer que la persona se bloquee o se ponga a la defensiva.
Es muy importante cuidar las formas al dirigirte a los demás, busca que sea siempre en forma positiva, hazles ver los errores que están cometiendo de manera sútil y asertiva. Si es necesario hacerlo más directamente, es muy importante no hacerlo en público, tomar nota para hacerlo en privado y no exhibirlos en frente de otros.
Para ser un buen presentador, es primordial no ridiculizar frente a más personas, tampoco es bueno hacer diferencias entre hombres y mujeres, ni anteponer tu autoridad enfrente de los demás como muestra de poder.
¿Quieres enganchar a tu público? Toma en cuenta estos detalles!
Foto “© [Microimages] / [PhotoXpress]