Me sorprendió que recientemente fui al banco y había una unifila para todos los clientes. No había maquinitas de numeritos dónde te dicen que caja te toca cuando llega tu turno. La etiqueta que expresaron todas las personas en la fila, fue sorprendente: cada vez que se retiraba un cliente, el cajero levantaba la mirada y se le acercaba el siguiente en la fila. Mientras el cajero no levantaba la mirada, nadie se acercaba a la caja. Inclusive, llegó un cliente de la fila VIP y el cajero, con la mirada, le hizo señas que el podía pasar antes que los demás
¿Cuántas veces has ido al banco y te acercas a la caja, solo para que te diga el cajero que no te puede atender y que regreses a la fila? Frustrante, sobre todo cuando no tienen personas atendiendo.
Es un buen ejemplo el del banco, por que me ha pasado que estás formado en la fila para comprar café y de repente, el de en frente se da cuenta que llega un amigo al final y le pregunta qué quiere pedir. Los que están desde antes, pueden ver como tienen que seguir esperando más tiempo por que esta persona decidió aumentar a su pedido, otro café.
O estás formado en la fila del periférico ya para salir y llega un coche que se pasa por la izquierda de la fila y se mete al llegar al entronque de la salida. Esto refleja una mala educación ya que todos están esperando para salir y llega alguien y decide que debe pasar primero que los demás.
Todos sabemos que el respeto hacia otros y hacia los que están formados desde hace rato, no significa llegar y meter a tu amigo o llegar y meterte al principio de la fila. Es una cuestión de educación y buenos modales y sobre todo de civilidad.
El sistema de comunicación en el banco, nadie nos lo enseñó pero lo aprendemos al observar y convivir en lugares públicos. El que todos atendamos estas reglas no escritas, hace más cordial coexistir con los demás. Intentemos respetar estos lineamientos.
Foto “© [Yuri Arcurs] / [PhotoXpress]
