Como influir y mover a tus equipos.
Influir y motivar equipos

Fecha

Felix es un líder que fue promovido por su ímpetu, ganas de aprender y por su tenacidad por mejorar.   Cree fielmente en su producto, le apasiona el concepto de la organización y mucha gente lo quiere.    El problema es que está teniendo problemas para influir en su equipo. Felix  se pregunta ¿Cómo influir y mover  equipos?  Sobre todo porque nota la apatía de su equipo y no entiende porque es tan difícil motivarlos a que hagan que las cosas sucedan, sobre todo cuando él puede ver claramente el beneficio de hacer las cosas.

¿Cómo influir y mover equipos?

Felix está en una encrucijada porque a él le pagan por lo que hace su equipo. Ya no es suficiente que él sepa hacer las cosas y las haga con compromiso, si no logra influir y mover equipos a que alcance resultados, claramente se verá reflejado en su desempeño.    Por más que intenta hablar con ellos y decirles qué deben hacer y cuál es el camino que a él le funcionó, puede notar como siguen sin moverse y sin la misma energía.  No se da cuenta que está imponiendo cuando lo que debe hacer es influir.

Hablando con Felix, llegamos a la conclusión que lo que te mueve e inspira a ti, no necesariamente es lo que mueve e inspira a los demás.   Las motivadores de cada persona son diferentes, y aunque no se trata de darle gusto individual a todos, si se trata de hacer que las cosas sucedan.    En una publicación anterior, describí como a los millenials no les puedes motivar tratando de hacer lo que tu hiciste porque ellos tienen otro disparador para resolver y no va a ser haciendo que trabajen el doble o que se despierten más temprano solo porque a ti eso fue lo que te tocó vivir.

Empezando a influir y mover equipos.

Por fin Felix está logrando avanzar porque se ha tomado el tiempo para entender a cada uno de sus participantes.    Les ha dedicado espacio para aprender cuáles son sus disparadores o motivadores en lo profesional.    Felix está empezando a influir porque ha descubierto cosas que le han sorprendido y sobre todo, reconocer que lo tenía en sus narices pero nunca se tomó el tiempo de entender lo que pasaba por la cabeza de los integrantes de su equipo.   Para él fue siempre muy lógico que otros tendrían que seguir sus pasos tal y cómo le produjeron éxito.

Diferentes formas de pensar, diferentes motivadores.

Quizá Felix tuviera algo de razón, sin embargo, el motivador era diferente y esto no estaba provocando que los demás se movieran o se sintieran influidos a perseguir objetivos cuando no veían claramente cómo iba a beneficiarles.  Hay diferentes formas de pensar, y diferentes motivadores para cada uno. Adicionalmente, lo veían como una persona tan auténtica y diferente, que se sentían intimidados, pensando,

“yo no soy así, y seguramente lo que él está haciendo es porque a él se le hace fácil pero para nosotros no lo es”.

 

Aprende a escuchar y conoce sus necesidades.

El día que Felix se sentó con su equipo a escucharlos, a pedirles opinión de cuáles eran sus retos, de qué es lo que les dificultaba y por lo cual no estaban comprometidos al 100,  se sintieron importantes y se sintieron escuchados.   Ese día cambió la percepción de que sentían que les estaban imponiendo estándares que no sentían familiares y los estaban obligando a salir de zonas de confort,  cuando era más fácil que ellos salieran de esta comodidad no por obligación si no por voluntad propia.

 

Te pregunto:

  • ¿Te ha pasado esto?
  • ¿Cuántas veces has estado en una situación similar en cuál te sientes solo contra la corriente?
  • ¿Te has puesto a analizar si son los demás o tu forma de comunicar?

Tu equipo es como un cliente.

Tu equipo es como un cliente.  No le puedes vender pero les encantará comprar si ven cómo pueden tener un beneficio.  Influir y mover equipos provoca que se sentirían leales a seguirte y acatar todo lo que compartas, siempre y cuando vean que hay un interese genuino en ellos y lo que les puede beneficiar.

Puedes hacerles las siguiente preguntas para que ellos mismos vean dónde están y tú puedas entender cómo acompañarlos o guiarlos.

 

  • ¿Cuáles son tus retos en la organización?
  • ¿Qué te preocupa?
  • ¿Sabes cómo resolverlos?
  • ¿Si yo pudiera ayudarte qué te haría falta?
  • ¿Cómo verías tu éxito en un corto, mediano y largo plazo?
  • ¿Qué te hace falta para alcanzarlo?
  • ¿Cómo planeas lograr este objetivo?
  • ¿Haz intentado hacer algo diferente?
  • ¿Qué te está funcionado?
  • ¿Qué no te ha funcionado?
  • Del 1-10 que estás dispuesto a comprometer o hacer para lograrlo?

 

Estas son tan solo algunas preguntas que puedes empezar haciendo y dependiendo de lo que escuches, podrás encontrar mucha información valiosa que te permita entender dónde están y cómo puedes apoyarlos o acompañarlos.  No impongas tus ideas, comparte información valiosa y muéstrate siempre mas interesado que interesante. Haz la prueba y valora como notas el cambio en su acciones y resultados.

Otros Artículos

Liderazgo, seguridad, temple, credibilidad y confianza

Completa el registro y descarga estas sugerencias y consejos que fortalecerán tu liderazgo y Presencia Ejecutiva.