Confianza y credibilidad ¿Por qué crees que se pierde en el ambiente profesional? Impactar con tu liderazgo y presencia ejecutiva depende mucho de la confianza y credibilidad que generas en un día a día. El problema, en mi opinión, siempre es por falta de comunicación. Nadie tiene acceso a tus buenas intenciones, y cuando tus acciones no mandan un mensaje correcto de estas intenciones, los que están a tu alrededor van a percibir un mensaje equivocado de lo que pueden esperar de ti. 

Te pongo un ejemplo de pérdida de confianza que veo constantemente en mis clientes. La mayoría de las personas asumen antes de detenerse a preguntar para aclarar más sobre una situación. Recientemente un cliente me dijo que estaba seguro que no lo tomaban en serio en la organización porque su jefe era amigo del director, y por sobre todas las cosas, le iba a dar la razón primero a su jefe antes que a mi cliente. En base a esta suposición, decidió hacer las cosas sin mucho interés y un poco desmotivado. 

Del otro lado de la barrera, su jefe y el director estaban pensando que no estaba dando el 100% en su área. Pensaron que sus acciones demostraban temor que lo fueran a correr porque había llegado el nuevo jefe. Desde su punto de vista, esta reacción, demostraba que no estaba comprometido completamente con la organización y empezaban a dudar de sus habilidades y poder de entrega. 

Asumir es un grave error en términos de confianza y credibilidad. Si das por hecho que el otro tiene que entender tus comportamientos, vuelvo a repetir, las personas no tienen acceso a tus buenas intenciones. Siempre, siempre, tienes que pensar que otros actúan por su razón, no la tuya. Bajo esta premisa, es importante que para seguir manteniendo tu mensaje de credibilidad y confianza debes hacer un alto en tu camino y valorar el otro lado de la barrera, no solo tu panorama. 

Sobre todo cuando tienes más que perder que ganar.  Porque como diría constantemente mi querida Sylvia Sánchez Alcántara en el programa de Retos Femeninos cuando entrevistamos a mujeres exitosas (los jueves a las 10 por FB LIVE): Ser víctima no te ayuda en nada, ni en tu desarrollo, ni en tu crecimiento y pensar que eres el único afectado, sobre todo cuando no tienes toda la información que te permita ver la película completa,  lo único que debilita es tu credibilidad y confianza en otros. 

Un caso muy similar fue cuando, en una conversación seria y delicada de jefe a colaborador, este último hizo conjeturas sobre quién pudo haber llevado información a su superior para que se suscitará esta plática. Decidió cortar de tajo toda comunicación con esa persona que estaba seguro lo había delatado y tomó la postura de víctima, “¿¡Cómo es que le pudieron haber hecho algo así!?”.    

La otra persona, ni cuenta se dio porque le habían dejado de hablar y lo habían hecho a un lado. La confianza entre ellos se debilitó cuando el colaborador se alejó, lo dejó de tomar en cuenta para temas importantes, y más aún, empezó a dudar si realmente era capaz para enfrentar nuevos retos.   

Tan sencillo como sentarse a hablar y aclarar las cosas. Si tienes más información, puedes entender desde dónde vienen las reacciones, y demuestra no sólo la confianza que tienes en ti mismo como profesional, proyectas la credibilidad que se espera de ti y elevas tu presencia ejecutiva. 

Cuánto tiempo te toma sentarte a hablar las cosas y ser pro-activo y qué precio tienes que pagar por ser reactivo y asumir algo que quizá no sea del todo cierto. Puedes tomar años en generar un nivel de credibilidad y confianza, y tan solo segundos en que esta se rompa. ¿Tú qué prefieres?