Hablar en público sin ser aburrido.

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Hablar en público es el terror de muchas personas.  El solo hecho de pararte al frente un grupo de gente que no te quitarán la vista de encima es aterrador.  ¿Y si me equivoco? ¿Y si me tropiezo? ¿Y Si se me olvida lo que tengo que decir?

Enfrentar este tipo de miedos es un proceso que no necesariamente es fácil.  En el intento, lo que quieres es sobresalir y que tu mensaje cause impacto en la mente de la audiencia. Un buen presentador logra proyectar que es una persona con muchas cualidades profesionales.

¿Cómo demuestro eso?  El detalle está en ir preparado. Organiza bien toda la información que vayas a presentar y conócela de principio a fin. Muchas personas caen en el error de pararse al frente y leer su notas. Al hacer esto, no logran contacto visual con el público y en consecuencia hay una falta de conexión.  Ir a un escenario dónde la persona solo está leyendo, con un tono monótono de voz y sin voltear a ver a su público, hace pensar que el documento lo pudo haber leído cualquiera sin necesidad de atender a la presentación. Esto es muy típico, las personas, se aseguran de que no les falte cubrir información  y por eso leen y es cuando se torna muy aburrido.

Quedarte parado detrás del podio o en un solo lugar también es falta de dinamismo.  Moverte de un lado a otro, con un tono de voz enérgico y con tus manos entre tu cintura y tu pecho, hacen que proyectes energía y eso cautiva a tu público.

Según el libro “The Naked Presenter” de Garr Reynolds, distinguido por ser un presentador dinámico y cautivador, los primeros 10 minutos determinan el resto de tu conferencia. Si no logras cautivar o enganchar en ese momento, es muy difícil que lo logres después.

Utilizar la tecnología como pretexto para ayudarte con tu presentación puede ser una gran distracción. Los tiempos han cambiado y utilizar demasiadas imágenes, y viñetas en tus láminas, hacen que las personas, se distraigan  y se pierda la conexión.  En un momento dado, tu presentación tiene que ser tan cautivante, que a falta de una presentación tecnológica, deberías ser capaz de hacer una gran actuación.

Recuerda respirar hondo cuando sientas que los nervios te ganan. Una vez que respires y te repitas, “todo va a estar bien”, continua con la presentación, la adrenalina de salir al escenario va disminuyendo y podrás continuar con calma.

Intenta no leer, voltea a ver a los ojos, usa lenguaje apropiado y sin muletillas, que no sea muy complicado o sofisticado, para que la audiencia no se confunda por no entender la complejidad de las palabras.  Se claro, pausado y dinámico a la hora de exponer. Y sobre todo, sonríe y conecta con tu público. Lograr hacer una conexión con la audiencia, involucra a las personas y garantiza que tu mensaje se queda en su mente, aun cuando haya transcurrido tiempo después. Te aseguro éxito en la transferencia del mensaje que quieres enviar.  Inténtalo, se un presentador dinámico y refleja lo profesional que eres.

Foto “© [Gabi_Moisa] / [PhotoXpress]

Ale Marroquín, es consultor en imagen y protocolo de negocios. Certificada por la Asociación Internacional de Consultores en Imagen (AICI) como FLC (First Level Certificate). Con casi 20 años de experiencia en áreas de ventas y relaciones con clientes, Ale Marroquín, asesora a las personas para transformar sus habilidades en áreas de comunicación, liderazgo, comportamiento, actitud y apariencia profesional. ¡Transformando la imagen y comunicación en las personas!

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