Mis reflexiones del camino de transformación de este 2019

Fecha

Si tuvieras que rendir cuentas de tus acciones, ¿podrías enlistar lo que hiciste este 2019?

Mis reflexiones del camino de transformación. Tendemos a usar el fin de año para proponernos nuevas metas, sin embargo me entra la duda de si también analizamos lo que sí hicimos durante el año transcurrido y no sólo nos enfocamos en el año que viene. 

Lo anterior nos coloca en una posición de sólo hacer, porque nos concentramos en lo que queremos lograr para el futuro y pasamos por alto lo que sí pudimos realizar en el año transcurrido.  ¿Qué aprendimos y qué no logramos? Reconocer lo que no logramos nos hace vulnerables. Con frecuencia tratamos de esconder lo que pasó porque si no lo reconocemos podemos creer que nadie se dará cuenta.

Seguir actuando sin reconocer los retos por los cuáles no pudimos tener éxito es simplemente engañarnos a nosotros mismos.  Además de que no estamos analizando la lección o aprendizaje que deja el no haber alcanzado con éxito algo.   

Cómo reflexionar lo que pasamos y sentimos en un año, con el fin de enfocarnos al siguiente con mayor influencia y liderazgo.  Vivimos en una época donde ha evolucionado el mundo de tal manera que creemos que debemos actuar en consecuencia para alcanzar cada objetivo. 

Todo el tiempo escuchamos frases como “Sé positivo” o “enfócate en lo que quieres alcanzar”.  Pero pocas personas realmente nos dicen cómo aprender a sentir y evaluarnos para poder seguir con nuestro desarrollo profesional.  Se trata de generar esa energía que permita proyectar una presencia ejecutiva.

La inconformidad que sentimos cuando nos damos cuenta que algo no fluye, la tapamos como si no existiera y seguimos actuando.  En consecuencia, reprimimos la energía que permite que las cosas fluyan y que nos dé un centro para poder seguir con nuestro desarrollo. 

En lo personal este año 2019 significó un momento de transformación por muchas razones que ya les he compartido en mis blogs anteriores.

Mi fracaso en Londres. Que me trajo mucho aprendizaje de mí misma, y de cómo puedo reinventarme para aprender más sobre el camino de transformación no sólo mío sino de profesionales que buscan seguir en desarrollo. 

Mi fracaso como emprendedora. Que me enseñó a no ir persiguiendo el dinero, sino buscar la pasión de lo que haces para encontrar un camino de abundancia. 

Reconocer mis áreas de oportunidad y sentirme vulnerable. Todo mundo piensa que sentirse vulnerable es símbolo de debilidad.  Es todo lo contrario, reconocer que hay temas que no dominamos, que hay momentos en que no todo es perfecto para uno, es cuando te permite ver con mayor claridad lo que pasa a tu alrededor. 

Acercarme a nuevas personas y nuevos conocimientos. Decidí aprender de un curso de coaching transformacional para provocar estar presentes y no ausentes. Tiene todo que ver con presencia ejecutiva desde un punto de vista de la energía que transmitimos para generar mayor influencia.  No está siendo nada fácil, y me ha hecho entender que por más que he querido tirar la toalla, tengo que seguir confiando en el proceso para que domine esta técnica.  

Encontré que perdemos empatía.  Sabemos que es algo que debemos tener para construir relaciones; cuando nos volcamos sólo en nuestra mente o pensamientos,  olvidamos sentir a otras personas y por ende dejamos de tener empatía. Debemos sentir por otros lo que sucede, permitirnos fluir con mayor armonía y naturalidad. Cuando no estamos en plena conciencia se frena el trabajo en equipo y se detiene el sentido de colaboración.  

Aprendí a agradecer la vida. También me di cuenta que vivimos en automático y la vida que tenemos la damos por hecho.  Por una hormiga casi me muero, suena muy dramático pero así fue. Darte cuenta que no eres dueña de tus momentos y agradecer el tiempo que tienes para vivirlo es lo mejor que puedes hacer sin forzar situaciones o momentos.   Disfrutar tu soledad, agradecer tus capacidades y conectar con las personas que más quieres, también es parte de tu crecimiento personal y profesional. 

Me dijo mi instructor Nicholas Janni que estos aprendizajes no terminan. Es un proceso constante, de por vida. No se trata de creer que ya lo sabes o que ya lo tienes resuelto. Te pregunto: ¿Has  reflexionado realmente lo que sientes? ¿Has analizado lo que significas tú como medio para influir en los demás? ¿Qué depende de ti para abrir el camino para crear un mejor mundo y una mejor versión de ti? 

La palabra reinvención puede estar trillada, pero transformar tu camino para conocerte, tener conciencia de los demás es lo que puede impulsar alcanzar tus metas para el siguiente año.  Piensa si es mejor proponer metas diferentes: 

  • Conectar con más empatía con otras personas. 
  • Detenerme a ver cómo me siento. 
  • Tomar decisiones con mayor conciencia de estar presente y no ausente. 
  • Hacer al mismo tiempo que estar. 
  • Evitar compararme con otros.
  • Fluir con mi proceso para que la energía influya en el liderazgo de otros. 
  • Reconocer que podemos ser vulnerables con el fin de seguir desarrollándonos.  

En ocasiones esto no se logra solo, necesitas tener un guía espiritual, mentor o coach, que te acompañe porque es difícil hacerlo uno mismo. Este fin de año reflexiona qué hiciste y qué te inspira a ser mejor persona y a sentir con emociones cómo puedes influir en otros para provocar cambios, alcanzar el éxito, pero sobre todo, hacer conciencia si estás presente o actúas en la ausencia. ¿Qué hiciste tú este 2019?

 

Otros Artículos

Liderazgo, seguridad, temple, credibilidad y confianza

Completa el registro y descarga estas sugerencias y consejos que fortalecerán tu liderazgo y Presencia Ejecutiva.