¿Qué es primero, el huevo o la gallina? Toda inversión es riesgosa, bien pensada y planeada suele tener retornos de inversión en los proyectos a los que se dirigen. Es un tema de prioridades, de saber lo que es importante en ese momento y los sacrificios que estamos dispuestos a hacer para lograrlo.
Las inversiones en el desarrollo profesional, pueden parecer abstractas, puede hacer que las personas duden y piensen que primero quieren que les vaya bien y luego invierten en su persona. Para que te vaya bien, y no tengas un costo de oportunidad esperando el momento de éxito, es indispensable que inviertas en tu desarrollo, capacitación y actualización para poder enfrentar este mundo en constante cambio.
Las organizaciones que deciden invertir en sus empleados, dando prioridad a ese tema, reconocen que tener a la gente actualizada es un beneficio directo para ellos mismos. Se aseguran que su equipo tiene a la mano todas las herramientas necesarias para que unido al talento y conocimiento que cada individuo tiene, pueden sobresalir y alcanzar objetivos en tiempo acelerado. Invertir en su gente es un retorno seguro.
Su equipo se sentirá tomado en cuenta, sentirá un compromiso para seguir buscando formas innovadoras de resolver, de contribuir y corresponder con esta intención de su organización de que puedan ser mejores personas. Normalmente la capacitación que reciben, los conocimientos que adquieren, se quedan para toda la vida, que tu empresa lo haga es que le importas como individuo.
He participado en varias instituciones dónde hacen una gran labor para capacitar, para traer gente que les comparta nuevas técnicas y herramientas, y de pronto, las personas deciden no asistir. Es una gran decepción ver el esfuerzo que hacen para que puedan tener a la mano y sin que tengan que invertir de su bolsillo para estas actualizaciones o capacitaciones para que decidan no darle importancia a estos temas. Otra vez, ¿qué es primero el huevo o la gallina? Si no le asignas prioridad, siempre va a haber algo más importante que hacer.
Es cómo cuando una persona decide que pagarse un curso de actualización es caro, pero no puede faltar a la comida con sus amigos, o comprarse la última novedad, cuando estas suelen pasar de ser novedosas en poco tiempo y entonces nunca encuentran el presupuesto para su desarrollo profesional.
Es momento de ponerse las pilas, no es sólo un frase en tendencia que digan que “el mundo está en constante cambio”, es una realidad. Si no te actualizas, si no inviertes en tu persona, si no buscas tu desarrollo, alguien lo hará por ti y te irás quedando rezagado. Toma en serio a tu organización cuando te ofrece y te abre las puertas para que lo tengas a la mano. Seguramente hicieron una gran inversión buscando un beneficio para ti. Si tu empresa no organiza este tipo de eventos, entonces busca hacerlo por ti. Asigna una prioridad y no te quedes esperando a que se de la oportunidad. Estas hay que salir a buscarlas porque no van a llegar a tocar tu puerta a ver si estás en disposición de tomarlas.
Invertir en tu persona, aprovechar cuando alguien invierte por ti, buscar tu constante actualización y desarrollo, será la clave que te permita sobresalir y fortalecer tu mensaje profesional. Busca acelerar tu potencial y no te quedes atrás.
