Las estrategias de comunicación de la época de los emperadores

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Esta semana tuve la oportunidad de leer el libro “Yo, Julia” de Santiago Posteguillo, una historia novelada de la época de los emperadores romanos. Tiene otras novelas que, entre muchas cosas, me han gustado por la descripción que hacen de cómo libraron las batallas en época de conflicto. En la trilogía de Africanus, es súper interesante entender cómo lograban la comunicación y planificaban  estrategias con sus legiones durante las guerras y se podía ver un claro trabajo en equipo

Era increíble que el emperador o general de estos ejércitos, que tenían varías líneas de legiones, con solo una orden podían hacer que todos se movieran hacia un mismo objetivo. La comunicación era una orden que escuchaban de parte del portavoz en turno.   Me puse a pensar qué pasaría si lo que dijo el emperador o general al mando hubiesen sido malinterpretado por su segundo abordo y hubieran sido guerras desastrosas. Por lo menos en lo que he leído, cuando no ganaban, no era por falta de entender la instrucción, sino por una estrategia mal planteada. En teoría, cuando alguien alzaba la mano o gritaba, cada fila iba pasando el mismo mensaje hacía atrás para que todos vieran.

Nuestras Herramientas de comunicación.

Hoy en día, tenemos un sinfín de herramientas que pueden asegurar que nuestra comunicación está siendo recibida de forma más eficiente. Es mucho más fácil hacer llegar mensajes en menos tiempo y no tener que esperar a un mensajero cabalgando a ver cuando nos llega una misiva. Usamos el correo electrónico, el chat, el teléfono, o mejor aún, podemos hacernos presentes cuando necesario. Aún así, veo como constantemente se pierde la comunicación y pareciera que no se entendieron bien los mensajes. 

Algunas de las razones que puedo observar son:

  1. Falta de atención: cuando nuestros sentidos no están presentes ante las instrucciones que nos dan. La gente no escucha y a la hora de ejecutar la estrategia hacen lo que mejor creen que puedan hacer, que no necesariamente es lo adecuado, o simplemente tienen que regresar a pedir más apoyo porque no saben cómo avanzar. 
  2. Cuando no quedó claro: algunas personas evitan reconocer que no entienden, pero a todo contestan que es claro. Dado que tienen que ejecutar, tratan de hacer su mejor esfuerzo, pero al entregar el proyecto, lo único que encuentran es un rechazo de su trabajo cuando éste no cumplía con lo esperado.
  3. Cuando se asume que es claro: por otro lado, cuando el que entrega la información olvida dar detalles porque asume que si él entiende, otros tendrían que entenderlo. Es imposible pretender que todos piensen como uno piensa.
  4. Falta de compromiso: los equipos que no están comprometidos de forma auténtica deciden escuchar sólo lo que creen que les interesa o les beneficia.   Evitan ver un panorama más completo y general, porque solo están pensando en forma individual. La comunicación no es bien recibida porque hace falta que entiendan el beneficio que esto tiene, no solo para ellos, sino para la organización. 
  5. Cuando sienten que ya lo saben todo. Desde una zona de confort, o basado en su experiencia, muchos deciden no tomar en cuenta las instrucciones porque les parece que saben más del tema o tienen una mejor estrategia. Deciden actuar por cuenta propia, desde su única verdad y muchas veces se dan cuenta, demasiado tarde, que no tenían toda la información.

Si estuvieras al frente de una legión romana, teniendo que comunicar lo que hay que hacer, ¿cómo te aseguras de que entregas un mensaje claro y fácil de entender por todos?   

Si por el contrario, fueras quien está en las filas y ganar la batalla dependiera de que entiendas lo que tienes que hacer, ¿que se requeriría de tu parte para poner todos tus sentidos? 

Hacer conciencia y reflexionar.

Hacer conciencia de que los mensajes que mandamos están siendo recibidos correctamente, o que de ti depende entender una instrucción, hace la diferencia en ser más eficientes en la organización. Haz una reflexión y trata de identificar dónde has estado ausente o presente cuando se trata de comunicar o de ejecutar una estrategia. 

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