El piquete de una araña: trabajo en equipo y colaboración

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El trabajo en equipo y la colaboración.

El trabajo en equipo y la colaboración traen siempre mejores resultados. Que todo los integrantes trabajen teniendo un sentido de unión y colaboración, logrará que los objetivos se alcancen en un tiempo acelerado. ¡No tiene porque ser una obligación! 

Sería mucho más sencillo tener ese compromiso auténtico, donde te sientes bien por el simple hecho de haber participado en el proceso.  Al final, creo que cada uno de nosotros siempre siente gratitud cuando ve que su esfuerzo se ve recompensado con el reflejo de un resultado con éxito.  

¿Qué pasa cuando la gente no tiene intenciones de colaborar o comprometerse y se detiene pensando que si no tiene un beneficio personal, no tiene por qué hacerlo? ¿Qué hace falta en las organizaciones para que todos contribuyan sin estar pensando en qué ganan a cambio? 

EL PIQUETE DE LA ARAÑA

Este fin de semana pude ver en carne propia un sistema de trabajo en equipo y colaboración auténtica, en la boda de un sobrino en Torreón, Coah. Después de una sesión de fotos divertida, sentí que un insecto me mordía con singular alegría en el empeine. Me acuerdo haber dicho en voz alta, “ya me picó algo, caray”.  Unos segundos después, empiezo a notar mis manos hinchadas y rojas y cómo se me subía la sangre por los oídos y cara. Mi prima sentada a mi lado me dijo: “estás toda roja del cuello y brazos”. 

Empiezo a decir que me falta el aire y subo los pies para quitarme los zapatos y poder ver qué era lo que me había picado. Al quitármelos, empecé a sentir que me faltaba el aire y me sentía muy aturdida. Mi cuñado fue a buscar el coche, pero para colmo de males no encontraba su boleto del valet parking. Mientras tanto, otro primo y  tres personas más me habían cargado rumbo al coche porque yo estaba desvanecida. Dicen que por el peso muerto parecía que pesaba 200 kilos. 

Al llegar al estacionamiento, había una pareja que se retiraba de la boda. Mi marido y otra prima, les pidieron que me llevaran a urgencias y me subieron a la camioneta. Me imaginé como esas películas que llega un policía a bajar a los integrantes del vehículo, mostrando una placa y pidiendo apoderarse de éste. Aquí la placa era yo, y no los bajamos del auto pero sí nos subimos los tres. Por suerte, había una sucursal de Urgencias del Sanatorio Español cerca del evento y llegué justo a tiempo para ser atendida. Lograron estabilizarme antes de que colapsaran mis pulmones y me tuvieran que intubar. El peligro pasó y el insecto, araña, mosco u hormiga que haya sido, seguro revolcaba de placer por el daño que ocasionó. 

TRABAJAR PARA UN MISMO FIN

Ya que pasó el susto, me decían mis primos que ya tenía sobre qué escribir en mis blogs.   Yo no veía cómo tenía conexión con lo que normalmente comparto con mis lectores y de repente, me cayó el veinte. Todos trabajaron en conjunto para sacarme a tiempo de ahí y todo mundo estuvo dispuesto a colaborar. Si hubiésemos esperado ambulancia o encontrar el coche de mi cuñado, quizá hubiese sido demasiado tarde.    

Me hizo reflexionar sobre si en las organizaciones todos actuaran de forma transparente, sin egoísmo, como si cada trabajo fuera un caso de vida o muerte y con la mera satisfacción de saber que se puede colaborar para un bien común, todo sería y fluiría de forma más eficiente.   

He podido observar cómo hay personas que hasta que no les da la instrucción la persona de más autoridad, no hacen caso cuando llega un colaborador a pedir apoyo.   

Se nota mucho cuando hay rencillas entre departamento. Por ejemplo, si es otro equipo, sienten competencia y con el fin de sobresalir, tratan de minimizar el trabajo de otros o son lentos para responder. Supongo que piensan que son enemigos y no que trabajan para un mismo fin. 

NO LO PIENSES MUCHO, ACTÚA

El sábado en la noche no había un líder, todos los que estaban cerca intentaron hacer su mejor esfuerzo por colaborar. Sé que muchos podrán decir que esto era diferente. Sin embargo, me parece una buena analogía para inspirar a que si estás leyendo este mensaje, pienses diferente. Intenta tener conciencia de cooperar aunque nadie te lo indique, sobre todo si está en tus manos hacerlo.    

Mis primos, mi marido, mi cuñado y mi hermana, en pocos minutos lograron resolver la crisis, como un equipo. ¿Qué pasaría si todos en una organización se sienten como en familia y colaboran para lograr esta eficiencia en tiempo acelerado? 

Si estás leyendo esta publicación, piensa que tu participación es de vida o muerte.   Siempre que se acerque alguien a pedir apoyo, cuando ves que hay forma de colaborar aunque no seas directamente beneficiado, no lo pienses mucho y actúa. 

Si todos cooperamos para lograr una comunicación efectiva, un sentido de colaboración auténtica y trabajo en equipo, todos ganamos. La organización se vuelve más eficiente, los resultados positivos aumentan y salpican a todo participante. Así que, qué esperas para colaborar.

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