La tecnología acercando soluciones en este sismo que nos retumbó.

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Ayer hablando por skype con una persona que vive en Irlanda, estábamos discutiendo unos detalles para una página web que está diseñando para uno de mis clientes, lo último que le dije antes de cerrar mi computadora fue, “¡Está temblando, te tengo que cortar!”. Automáticamente salgo del cuarto dónde estaba trabajando y empiezo a ver los candiles moviéndose de un lado a otro, pedazos de pared cayendo al piso, que en ese momento pensé que eran pedazos de techo y que al buscar el famoso triángulo de vida, me doy cuenta que mi mejor opción era sacar al perro y a la señora que trabaja en mi casa y bajar 5 pisos a la calle porque sentía que se caía el edificio encima; en ese instante un espejo gigante que se cayó, se hizo añicos y salimos corriendo por las escaleras, ella, mi perro y yo.  Del departamento de al lado salió junto con nosotras la señora que trabaja ahí. En el trayecto nos fuimos encontrando con otros vecinos y al llegar a la entrada, llena de pedazos de yeso tirado, estaba ya una gran  mayoría de los vecinos.

Con los nervios, nunca solté  la computadora  y en la otra el celular, este último me sirvió para ver cómo estaban mis hijos que estaban en la escuela y mi marido que estaba en su oficina en Polanco porque el internet no se cayó. Cuando las personas entran en pánico pueden influir negativamente en estas situaciones, imaginen que una persona del edificio nos dijo que no podíamos volver a entrar porque se estaba cayendo y que tenían que checar bien qué tan grave era. Se pueden imaginar yo avisando en mi chat que el edificio estaba en peligro. Mi marido en ese instante se subió el coche con dirección a la casa para ver qué estaba pasando GAD es mucho más sensato y se imaginó que no era tan grave, aunque los daños alrededor si se ven muy aparatosos.

Me sorprende el alcance de la tecnología, en segundos, desde la calle, los vecinos y yo empezamos a recibir videos del terrible daño que había causado el temblor en la ciudad. Misma que sirvió para que todos entre familiares de cerca y de fuera supieran cómo nos encontrábamos  y no estuvieran angustiados.

Terrible tragedia, la sensación y lo vulnerable que te deja un temblor es peor. La impotencia de saber que igual y te cae encima el techo o que alguien cercano a ti está lastimado es nefasta. Yo me pongo muy mal con los temblores, no lo puedo evitar y con todo y mis nervios me encuentro con una vecina que tiene 20 años en el mismo estado que yo. Sólo nos abrazamos, yo pensando que por mi  edad debía de trasmitirle tranquilidad  y ella seguro pensó lo mismo, “pobre señora mira cómo se pone nerviosa”.

Esperamos a que llegaran mis hijos de la escuela y nos subimos al coche aún con el tráfico de la ciudad para ir a casa de mis suegros para esperar a saber más sobre los daños del edificio. Todos alrededor, nos advirtieron que no lo hiciéramos no sólo por el tráfico sino porque estaban asaltando en la zona de Santa Fe. ¿En serio? ¿En serio la gente no tiene ni civilidad, sensibilidad ni calidad humana y prefiere aprovechar estos momentos para seguir atormentando a la gente que ya de por sí está muy afectada?   También estuvieron avisando por los chats y tweets que personas se hacían pasar por protección civil para asaltar.

En estos momentos, prefiero pensar que no todas las personas son así, que los que te ofrecen apoyo para recolectar para centros de acopio, sí lo van a entregar a quién lo necesita. Hoy hay que pensar cómo ayudar, cómo apoyar al que lo necesita, ser solidario con la situación y los damnificados y ver cómo salimos adelante unidos y comprometidos a salir de esta terrible tragedia.

Yo me quedo con la cantidad de gente que está tratando de ayudar, me quedo con la voluntad de lo que están armando centros de acopio para recolectar ayuda para hospitales y zonas afectadas. Me quedo con la tecnología que acerca a las personas, conecta a quién lo necesita y acerca soluciones. La solidaridad de nuestra comunidad es lo que suma y que seamos más los que aprovechamos unirnos a los que deciden abusar de las situación.

Usemos la tecnología para comunicar pro activamente, difundir lo que es importante, evitar causar pánico, evitar saturar redes con información que puede ser errónea, entender cuando podemos ayudar y cuando debemos hacernos a un lado, comunicar dónde evitar riesgos y posibles atracos, sobre todo pensando antes de mandar un mensaje o video, analizar si estamos ayudando o podemos entorpecer. La tecnología nos puede acercar a soluciones, en estos momentos usarla a favor es lo que ayuda, aprovechémosla para crear soluciones y ser solidarios.

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