El término de Mastermind no es nuevo. No lo inventé yo. Un día, decidí intentarlo con mis clientes y prospectos. Este nuevo concepto fue bien recibido y en algunos lados pude empezar a llevarlo a cabo. Pero  cuando empieza el encierro, decidí que era el momento indicado de ofrecerlo a mas personas y que no solo pertenecieran a una sola organización.

Así fue como arranqué ya tres grupos de personas de diferentes industrias y con gran diversidad en su perfil profesional. Imagina que han participado personas de la industria agropecuaria, financiera, de entretenimiento, del sector público y en diversidad de género, de innovación y tecnología, en la industria de desinfectantes y productos de limpieza así como en la industria de comunicación, medios, organización de eventos y hasta en el sector de colegios y educación.

Fue impresionante ver cómo al inicio, muchos pensaban cómo es posible que entre tanta diversidad pudieran tener o algo en común o fueran a encontrar soluciones a sus retos individuales o profesionales.

Fue sorprendente ver cómo el financiero le estuvo proponiendo algunas ideas al que es dueño de escuela. Donde la actriz y productora tuvo grandes aportaciones en el tema de inclusión de género y que pudo recibir opiniones de la industria de la salud.

“Aprendemos a desaprender”. Tenemos creencias delimitantes que ni aun en la pandemia, nos permite ver con claridad que hay que pasar un proceso de transformación importante porque no podremos regresar a lo que hacíamos al inicio de 2020 y pretender que las cosas seguirán funcionando igual.

Este proceso de transformación personal se logrará solo con plena conciencia de vivir presente definiendo un propósito que nos permita entender que la innovación, y el crecimiento exponencial se dará siempre y cuando estés abierto a aprender constantemente, no solo cursos digitales, sino a través de comunidades, que te pueden estirar a compartir lo que no hubieras imaginado que podrías aportar.

Hoy estuve escuchando una conferencia sobre liderazgo exponencial. El tema se escuchaba disruptivo y la verdad es que estuvo bastante interesante. Ahí mencionaron que para poder generar ideas nuevas, no necesariamente tiene que ser dentro de la misma organización. En muchos casos, esto se logró generando posibles ideas y soluciones desde fuera. Esto se logra escuchando a personas que no están cicladas en el día a día en la organización. Hablaron de como las organizaciones más innovadoras y disruptivas generaron incubadoras fuera de la empresa para asegurarse que sus ideas evitarán estar sesgadas sobre los temas internos y comunes a los que normalmente se enfrentan las empresas.

Cuando inicié mis Masterminds, pensé en invitar grupos diversos, sí de diferentes industrias pero con una tendencia a tener mismo nivel de experiencia profesional. Hoy después de la charla que escuché de parte de un panel de expertos en transformación, innovación y disrupción, uno, mencionó como debíamos los más seniors (en edad y experiencia) juntarnos con gente más joven y viceversa. Esa dinámia puede enriquecernos de diferentes maneras.

Al joven le puede dar una guía segura que le acompañe tanto a experiencia del más grande y pueda ofrecerle la seguridad y credibilidad de haber pasado por ahí. La riqueza que recibe la persona más senior, es la frescura del conocimiento, que cuando ya has recorrido un camino por mucho tiempo, asumes que lo que ya sabes hacer es lo que funciona y olvidas intentar nuevas formas de resolver las cosas.

Así que por donde le veas, la diversidad en todo sentido, apoya a la creatividad. A generar ideas innovadoras, disruptivas y a salir de esas pequeñas zonas de confort o puntos ciegos en nuestro liderazgo, que nos impiden vivir con mayor propósito y misión de bienestar en la vida.

¿Tú cómo escoges tu propósito y qué prefieres, seguir haciendo lo que ya sabes hacer o aprender que puedes encontrar una mejor forma de vivir tu vida con propósito?