Así me decía mi papá cuando iba a empezar a trabajar, en dónde con la  gran necesidad de sobresalir de entre otros se puede poner difícil y en el intento, tu trabajo se puede convertir en una enorme selva. Tengo que reconocer que no estaba muy errado.  Cuando era muy joven yo pensaba, ¿qué tan grave puede ser? Hoy que han pasado casi 20 años de ese momento entiendo perfecto a lo que se refiere.

En lo profesional, cuando tienes que demostrar que eres eficiente y que sobresales de entre otros similares a ti, muy pequeños detalles pueden hacer esta diferencia.  Como diría el dicho, “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”.  Y esto lo digo por que tienes que estar alerta por que en la próxima promoción tu quieres ser el elegido.  Tal vez estés buscando cerrar una cuenta y  entre tu competencia, quieres que el cliente te escoja a ti y no a otros.

¿Entonces es correcto sobresalir tratando de demostrar lo que sabes, y de ser más fuerte a base de acciones que proyecten que puedes más que otros y no importa a quien dejes atrás? Recuerda cuántas veces hemos caído en criticar a la competencia hablando de lo malo que son, en lugar de resaltar lo bueno que tiene tu producto o servicio.

Demuestra tus habilidades en base a acciones y detalles que te den crédito en lugar de tratar de hacer a otros a un lado.  No es tan difícil, y puedes mantener una impecable imagen profesional. Las personas te van a percibir mejor si actúas de forma positiva. Tal vez no te lo digan, pero la razón por la cuál no te contraten o no te escojan al hacer la promoción, sea por que tus habilidades para relacionarte y tu forma de tratar a otros no es la mejor.

Es sobresaliente poder trabajar en equipo e integrar a otros para que te ayuden. Esto es por qué como he comentado en otras ocasiones, un líder se rodea de gente capaz, reconoce sus habilidades y los integra para que logren resultados.  Tu habilidad de demostrar el respeto que tienes por lo que otros  hacen y reconocer que son buenos en otros temas que tal vez tú no seas tan bueno, demuestra tu liderazgo y capacidad de trabajo en equipo.

Minimizar el trabajo de otros o tomarte todo el crédito de algo para quedar bien y sobresalir, te puede funcionar por un tiempo. Sin embargo, un día te puede dar la vuelta y te encuentres sin personas que  ya no van a estar dispuestas por que te tomas el crédito de sus acciones.

La soberbia es un mal que rodea el éxito y el poder, y lo que te llevo a ser jefe o al éxito, puede no ser lo que te mantenga ahí. Tener la humildad de querer aprender siempre de otros y aceptar que no tienes todas las respuestas, estar dispuesto a escuchar a los demás para aprender, no te quita mérito ni te hace menos. Al contrario, siempre hay algo nuevo que aprender.

Ser prepotente y despectivo, interrumpir para sobresalir sobre otros, solo habla de las pocas habilidades de comunicación que tienes y de una inseguridad para que otros no brillen.

Sobre salir en esta selva sin perder el estilo, es cuestión de procurar tener una actitud positiva  y estar dispuesto a aprender de otros. Rodearte de personas que tienen ganas de trabajar y de apoyarte en tu crecimiento, compartir tus conocimientos con otros para que crezcan junto contigo y no imponer tus acciones sino ejercer tu autoridad asertivamente te puede hacer ganar la carrera en la selva donde hay siempre tantas personas contra quien competir.

Foto “© [Pavel Losevsky] / [PhotoXpress]

Ale Marroquín, es consultor en imagen y protocolo de negocios. Certificada por la Asociación Internacional de Consultores en Imagen (AICI) como FLC (First Level Certificate). Con casi 20 años de experiencia en áreas de ventas y relaciones con clientes, Ale Marroquín, asesora a las personas para transformar sus habilidades en áreas de comunicación, liderazgo, comportamiento, actitud y apariencia profesional. ¡Transformando la imagen y comunicación en las personas! www.alemarroquin.com