El miedo como generador de creatividad

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Odio las películas de terror. No me gusta sentir miedo cuando las estoy viendo porque no me gusta o disfruto sufrir en el intento. En la vida realidad no soy una persona temerosa. Puedo estar sola en mi casa de noche o en un cuarto de hotel y no me asusta nada esa soledad. Tampoco me da miedo hacer un viaje largo, sola a un lugar lejano o desconocido donde sé que no conoceré a nadie.

Bueno miento, si me asusté cuando fui a Estambul porque iba sola con mi hija de 15 años y no conocíamos ni la cultura, ni el idioma ni el lugar. Así que algunas veces llegamos a sentir miedo por perdernos y no poder comunicarnos o por ir a un lugar de esos que en toda ciudad puede ser peligroso.

También he sentido miedo en lo profesional, muchas veces, mas de las que te puedes imaginar. Cuando estaba en el medio financiero, la primera vez que sentí miedo fue cuando tomé por primera vez un coche en una ciudad llena de trafico y enorme, cuando yo solo había manejado en una pequeña ciudad muy tranquil y con las calles y avenidas perfectamente conocidas por mi. Tenía que ir una cita a ver a un cliente y por supuesto que me perdí, en una zona que no pintaba ser muy segura.

O cuando por primera vez iba a ir sola a ver a un cliente importante, tuve miedo de no decir lo correcto, de no quedar bien, de que pensara que no era capaz.

Sobre todo tuve miedo cuando decidí renunciar al medio financiero después de 18 años para poner mi consultoría. Las típicas preguntas que te haces sobre algo nuevo:

    ¿Y si me salgo y no funciona?

    ¿Y si no genero el mismo ingreso?

   ¿Qué pasa si todos me conocen como financiera y no creen que pueda ser consultor?

Estas son solo tres preguntas que se me ocurren hoy pero que seguro tuve más en su momento. Ese miedo, ese es el temor que es un disparador para la innovación y la creatividad. El problema es cuando te paraliza. Tener miedo está bien porque te puede dar una especie de adrenalina por ser más creativo y tomar riesgos, pero también te puede apoyar en racionalizar mejor el reto que tienes frente para que seas más precavido.

El miedo es malo cuando no te atreves. Cuando te congela y decides quedarte en el mismo lugar. Cuando es más poderoso que tu intención y propósito de vida y entonces te hace quedarte haciendo lo que en el pasado te funcionó.

Hoy el COVID19 nos ha demostrado que tenemos que cambiar si o sí, con miedo pero tenemos que evolucionar y enfrentarnos a la innovación obligada donde nadie nos preguntó. Detenerte a hacer preguntas de qué pasa si me arriesgo a hacer un cambio y no funciona, cuando de todos modos, seguramente hoy no está funcionado, es el miedo que queremos desechar de nuestras emociones.

Inclusive, en esta época, muchas personas, tienen miedo a no generar lo mismo que habían generado en el pasado. Un miedo muy válido y que seguramente muchos han pasado por ahí. Este puede provocar que bajes tus precios, por ejemplo, por miedo a que de eso a nada no tengas un ingreso. Aquí lo único que hay que hacer, es observar ese miedo. No justificar tus acciones, pero sí, al observarlo, no permitir que perdure en el tiempo.

Aun cuando tenemos que aprender a desaprender, también tenemos que abrazar las emociones con el fin de saber cómo actuar en adelante. El miedo es bueno cuando te ayuda a pensar los riesgos que hay enfrente, solo reflexiona si el miedo es mas poderoso que te impide tomar acción.

¿ que opinas del miedo?

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