Imagina todo lo que puede decir de nosotros la imagen que proyectas a través de: tu “Apariencia, Comunicación y Comportamiento”. Así es, por que los tres anteriores son básicos para complementar la imagen que reflejas.

Cuantas veces te dijo tu mamá, “No comas con la boca abierta o quita los codos de la mesa”. Cuántas veces te lo repitió y cuántas veces pasó por tu  mente, “Estoy en confianza y aquí nadie se da cuenta”. En la actualidad, estos mínimos detalles pueden hacer la diferencia de lo que las personas perciban de ti.

Vestir adecuadamente para el trabajo que tienes, cortarte el pelo,  utilizar demasiado maquillaje, ropa demasiado ajustada, usar corbatas con dibujos animados, pueden ser particularidades de tu estilo personal.  Aquí la pregunta, es ¿Tú qué quieres proyectar?

Cuál es tu objetivo: ¿Que te pierdas en el montón, o que te distingas de entre los demás positivamente? Si vas a ir a una cita con un prospecto, o una entrevista de trabajo, lo que querrías es que la gente confíe en ti y te de la oportunidad de demostrar tus conocimientos. Si en esta primera impresión, proyectas una imagen de indiferencia o pasividad (por mencionar alguna), es posible que no te crean y no haya una segunda oportunidad .

Tienes que ser consistente con lo que quieres proyectar y lo que haces, desde tu forma de vestir, aunado a tu comportamiento y comunicación que también es importante. Sin hablar, quieres que las personas crean en tu seguridad y en los conocimientos que posees sobre lo que quieres comunicar. Demostrar credibilidad a través de una sonrisa y siempre voltear a ver a los ojos,   refleja confianza a otros que estas siendo sincero. Lograr estar atento a lo que dicen y no discutir o contradecir, aunque en momentos quisieras defender tu punto.

Desde el momento en que caminas por el pasillo, (nunca sabes quien te está observando y pueda notar tu presencia) desde ese momento, quieres comunicar que eres todo un profesional.    ¿Cuál es la diferencia si saludas al que va en un elevador o haces lo que la mayoría al subir a este, voltear a ver el techo o solo los números del tablero (¿ o tú qué haces cuando te subes al elevador?)?

Cuando te diriges a la secretaria, salúdala y sonríe, aprende su nombre y dale  importancia, por que a las personas, nos gusta que nos llamen por nuestro nombre, esto hace sentir que le interesas a la otra persona.  Trata de hacer conexión con ella, dale tu tarjeta por si al jefe se le ofrece algo, no esperes a que él se la de, dale su lugar de importancia.

Recordar los nombres es básico al conocer personas.  Siempre  funciona hablar por su nombre a todo mundo por que lo haces personal. Acercarte a saludar a alguien en un grupo, habla de tus habilidades sociales ya que causas una buena impresión por que te acercas a entablar una conversación y en áreas relacionadas con ventas y atención a clientes, eso siempre es bien visto.

Estos son solo algunos ejemplos de situaciones, en que utilizando herramientas de comunicación y comportamiento, te ayudaran a crecer profesionalmente. El entorno profesional en la actualidad está muy competido, sobresalir puede ser difícil. Cuando quieres lograr algo y te lo propones, reconocer que lo que reflejas es una clave importante para sobresalir, es cuando tienes que considerar pulir tu imagen y comunicación. Cuida tu forma de vestir, comunícate correctamente y compórtate como todo un profesional exitoso. ¡Considéralo, aplícalo y verás como funciona!

Foto “© [Kurhan] / [PhotoXpress]