Este mes al igual que los últimos tres años, estuve presente para apoyar en el tema de su presentación a uno de mis clientes. Un discurso breve, con mucho mensaje y con un objetivo muy claro. Comunicar un año más de logros y de oportunidades para el que lo acompañó ese día.

En el proceso de la preparación, primero definimos cuál era el objetivo a comunicar para esta ocasión. Una vez teniendo claro lo que quería decir, había que crear una historia, una conversación con su audiencia, no una presentación monótona que solo informara pero no comunicara.

Así que buscando ideas, encontramos una forma de empezar y que mantuviéramos a la audiencia interesada en lo que tenía que decir. Es por eso que había que hacerlo personal y parte de su inicio fue contar una muy breve historia sobre los inicios de su negocio, ligado a unas imágenes, que permitían que sus invitados vivieran esa experiencia de hace 15 años. Las personas retienen más la información al ligarlo a las imágenes que ven.

Continuo haciendo analogías con temas interesantes que encontró en el internet, y de ahí siguió a informar unos datos muy interesantes. ¿Cómo sabíamos que eran interesantes para otros? Por qué al describirlos los ligó a un beneficio para su audiencia, lo que motivó a que lo escucharán y entendieran su mensaje.

Al terminar, dio las gracias y cerró con una frase que siempre usa en sus negocios. El final invitó a las personas a que se quedaran pensando en el mensaje que estaba comunicando y disfrutaran el resto del evento.

Lo mejor fue que practicó, practicó y practicó su discurso y no una vez, o un día, sino un par de semanas. Si yo les dijera que su presentación era muy corta, quizá me digan que por qué practicó tanto. La práctica hizo que se inspirara en esa pasión que siente por su trabajo, que motivara a otros a ser parte de ese proyecto, que haciendo el tema suyo y con sus palabras y sus vivencias, tuvieran el impacto que quería para ese día tan especial.

Sobre todo, lograr comunicarlo de esa manera, vencer el nervio de pararse ante casi 700 personas, darle el respeto a quién lo fue a acompañar, demostrando la calidad de su mensaje y lo importante que era no solo compartirlo pero demostrar su liderazgo al pararse a hablar en el escenario.

Tu presencia ejecutiva, tu madera de líder, tu continuo desarrollo es a base de poder transmitirlo en todo sentido, no solo cuando hablas con tu equipo, no solo cuando estás con tus clientes, sino en grandes presentaciones, ante diversos foros y demostrando tu preparación y disposición. Eso hacen los grandes líderes, y muchos pensarán que no es fácil y tienen razón, él buscó apoyo para mejorar sus habilidades de comunicación, como él, tengo muchos clientes exitosos que saben que presentar es vender, y de alguna forma buscan comunicarlo con impacto y fuerza hacia el mundo exterior, siendo consistentes con su liderazgo y presencia ejecutiva.

Estoy segura que al recibir felicitaciones al final de su presentación, solo confirma su liderazgo, su crecimiento profesional y la visión hacia el éxito que seguirá teniendo en a través de su presencia ejecutiva. ¡Felicidades Juan Carlos Asturiano! (VP Teleurban)

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