Cuando ya llegaste a un mejor nivel profesional.

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En alguna ocasión comenté como en la Universidad no te enseñan con qué te tienes que enfrentarte para ser exitoso en lo profesional.  Estudiar te da las bases para desarrollar tus conocimientos y poder aplicarlos una vez que estás en la vida laboral.  Darte cuenta que tu imagen puede repercutir en el éxito de tu vida profesional puede tomar años de experiencia, sabiduría y madurez.

Ser el mejor estudiante y darte cuenta que aplicar estos conocimientos y seguirte preparando puede impulsar tu carrera, siempre es bueno. Darte cuenta que tu comportamiento y como enfrentas diferentes situaciones puede ser una parte importante de tu éxito, no siempre es fácil.

En ocasiones, muchos líderes, llegan a un punto que cuando empiezan a ver el camino recorrido, sienten cierta satisfacción de lo que han logrado y olvidan que su imagen es continuamente observada. El equipo que los rodea constantemente esta observando sus comportamientos, lo que dicen y lo que hacen en busca de señales para aprender o para determinar el liderazgo que proyectan.

Descuidar estos pequeños pero grandes detalles puede afectar nuestro futuro crecimiento profesional.  Es muy fácil que una vez teniendo ciertos logros, decidas que ya no hay más que aprender y que si lo que has hecho te ha producido este resultado positivo en tu carrea, entonces es correcto lo que has estado haciendo. No necesariamente es así.

Nosotros mismos nos ponemos nuestra propias limitaciones.  No darnos cuenta de la posibilidad que nuestra actitud o comportamiento puede obstaculizar este crecimiento, es un error muy común. A veces creemos que ya lo sabemos todo, o que debemos imponer nuestro liderazgo diciéndole a otros lo qué tienen que hacer, con la finalidad de demostrar que sí sabemos y la razón por la que tenemos estos puestos altos.

En la última conferencia que impartí recientemente acerca de cómo “Construir Relaciones Exitosas”, comentaba la importancia de cuidar las formas al dirigirte a las personas. Cuando eres jefe,  y no te fijas cómo te diriges a otros, tanto tu equipo de trabajo como superiores, estás observando con detalle todo lo que haces y cómo lo haces. Si no cuidas cómo los tratas o como te diriges a ellos, puedes debilitar la relación y provocar que tu equipo deje de participar, deje tenerte respeto y al final, como a ti te miden por el resultado de tu equipo, dejes de producir resultados favorables.

Recuerda que no cuidar proyectar una impecable imagen positiva en todo momento, puede provocar que tu equipo deje de respetarte o admirarte; o si ellos creen que tu comportamiento inadecuado es el que te llevo a la cima, te copien y empiecen a hacer lo mismo. La actitud es contagiosa,  positiva o negativa pero es contagiosa y cuando tus superiores noten un imagen negativa, quizá decidan que no eres el adecuado para seguir en estos puestos de liderazgo.

Cuida tus formas cuando te diriges a otros, dales la importancia que se merecen, ten humildad para seguir aprendiendo y  proyecta un liderazgo positivo. Todo esto se puede lograr entendiendo que siempre puedes apoyar a otros, enseñando, siendo considerado y sobre todo proyectando la seguridad de que lo que sabes,  y que lo puedes compartir para hacer crecer a otros seguro de que eso no te quita autoridad.

Intenta recordar todo el tiempo que siempre hay algo nuevo que aprender, reconocer que otros pueden contribuir a tu crecimiento constantemente y tomar lo bueno de otros a tu alrededor para seguir progresando, es muy importante en el liderazgo de las personas. No dejes que te nuble el éxito y que la soberbia te gane, Rodéate de personas que puedan apoyarte y que te hagan estar consciente de tu comportamiento, imagen y  comunicación de manera objetiva para que sigas por el camino correcto.  Lo que te toma tanto tiempo en construir puede frenar tu éxito en segundos, no te relajes y continua abierto a nuevas oportunidades.

Foto “© [Vibe Images] / [PhotoXpress]

Ale Marroquín, es consultor en imagen y protocolo de negocios. Certificada por la Asociación Internacional de Consultores en Imagen (AICI) como FLC (First Level Certificate). Con casi 20 años de experiencia en áreas de ventas y relaciones con clientes, Ale Marroquín, asesora a las personas para transformar sus habilidades en áreas de comunicación, liderazgo, comportamiento, actitud y apariencia profesional. Acelerando el potencial de las personas.  www.alemarroquin.com twitter @a_marroquin

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