Hoy que la vida parece que avanza más despacio, me encontré un dibujo del conejo de Alicia en el país de las maravillas que decía,  ¿Cuánto tiempo es para siempre? Y le contesta Alicia a veces tan solo un segundo.   ¿Cómo encontramos creatividad si nos falta el tiempo o nos falta consciencia?

Para muchos estar encerrados sin saber qué va a pasar mañana y  qué tan difícil se puede poner la situación después de que pase el famoso bicho como le dicen los niños pequeños, puede parecer para siempre.

Un círculo de presencia

Anoche me dormí temprano, o al menos eso pensé porque hoy tenía una sesión de “Un círculo de Presencia” con Nicholas Janni. Un coaching de transformación que empecé el año pasado.  Hoy está siendo un momento que espero con gusto por la sensación de seguir transformándonos a través de estar presentes.

Hace dos semanas fue la primer sesión después de que terminamos nuestras clases virtuales.  Esta clase la tomamos personas de diferentes partes del mundo, estuvieron personas de Israel, Singapur, Hong Kong, Inglaterra, España y Estados Unidos.   Fue increíble el alcance de lo que puedes recibir con este nivel de energía. Un verdadero camino de transformación.  El día de hoy fue una segunda reunión.

Aprender a estar presentes.

En este grupo aprendemos a escuchar para sentir, qué es lo que realmente da el proceso de transformación de las personas.  Cuando vamos en automático, entumidos, permitiendo una cantidad de pensamientos que nos impiden reconocer nuestras emociones, impide que fluya el proceso  y que  las cosas sucedan.

Una noche antes, busqué mis audífonos y mis lentes para tener todo a la mano.  No los encontraba, y mi mente decía ya vete a dormir que mañana vas a madrugar.  Por fin me acordé en donde los dejé y traté de conciliar el sueño.  Me levanté especialmente temprano para estar fresca para la llamada.   No me di cuenta que con el cambio de horario de verano, no era a las 7 sino a las 8 am. Me sentí como en la universidad que una que otra ocasión me había levantado a bañarme para irme a clase una o dos horas más temprano.   En aquel entonces me volvía a dormir, cualquier momento de sueño había que aprovecharlo.

En esta ocasión, que a parte seguramente no iba a poder volver a dormir, recordé que son estos segundos que puedo aprovechar para reflexionar y crear.   Esos segundos que hay días en el encierro que se hacen larguísimos, y en otros, que hay tantas cosas que hacer, que parece que no alcanza el día.  Así que me inspiré para escribir esta publicación.

Las emociones y la falta de tiempo.

Tengo un amigo que me platicó que hay muchas personas en su equipo que les cuesta hacer que el día sea productivo en esta nueva modalidad de “Home Office”.  Mucho menos  encuentran tiempo para  espacios de creatividad para enfrentar de mejor forma esta crisis.  Las emociones los invaden y los siente muy frustrados.

Salí del encierro ayer a sacar dinero para hacer unos pagos.  Las calles abandonadas parecían como “The Walking Dead”, un lunes por tarde sin tráfico en Santa Fe, de esas que llegan los aliens o zombies y todo está desierto.  Mi hija me decía que mejor que no hubiera tráfico.  Estoy de acuerdo, sin embargo  esa soledad nos dio mucho temor al llegar al cajero.  No vaya a ser que al estar tan solo, los amantes de lo ajeno aprovecharan a asaltarnos.   Estábamos paranoicas volteando a todos lados para cuidar nuestras espaldas.

No había sentido esa sensación de soledad desde que empezó el encierro, (para mi familia desde el 16 de marzo).  Fue algo muy extraño y de mucha tristeza.

¿Qué va a pasar cuando esto termine? 

Es una pregunta que prefiero no hacerme porque no ayuda a estar presente.  Pero las emociones no las podemos evitar.  Reconocer cómo nos sentimos y dejar que fluya esa energía para poder estar más en nuestro centro, permite pensar con más claridad y tener mayor creatividad.  Sí, esa creatividad que todo mundo menciona y que parece fácil.  Para  otros nos cuesta demasiado trabajo encontrarla en esos segundos que podemos estirar durante el día.  En este encierro dónde todo mundo menciona que deberíamos tener más tiempo.   En mi caso hay días que cuelgo  una sesión de zoom para entrar a otra, casi, casi ni espacio para relajar.

Encuentra tu creatividad

Una de mis clientes, me acaba de mencionar en una de las sesiones virtuales que tuvimos, cómo el ejercicio de entender sus sentimientos le daba más tranquilidad y serenidad para entender cómo seguir actuando.   Si me estás leyendo, esta es una de las claves para poder apoyar y acompañar a nuestros equipos, colegas, jefes y amigos aprendiendo a escuchar estando presentes.  La escucha activa estando presente es la que abre los sentidos del respeto, aceptación de otros y claridad para colaborar y poder salir todos juntos adelante.  Pero esto solo se puede lograr si entendemos desde dónde estamos actuando y cómo nos sentimos.

Aprovecha esos segundos que puedas encontrar de calma, y reconoce como te sientes, cuáles son esas emociones que afloran hoy en ti, y no te trates de reprimirlas.   Déjate sentirlas y respira con ellas.   Son esos segundos de calma que te van a dar más tranquilidad y la famosa creatividad es la que va a florecer.   Confía en el proceso y encontrarás poco apoco paso a paso soluciones innovadoras.   No siempre se puede lograr sólo, así que busca una persona que sea tu pareja de responsabilidad (accountablity) busca una guía o un coach que te acompañe a procesarlo.   Hace la diferencia entre quienes logran destacar y salir adelante o los que se quedan pensando que esto es para siempre.