Todo absolutamente todo, está en las formas.  El cómo pides las cosas, depende del resultado y la reacción de otras personas ante lo que estés solicitando. Imagina cómo sientes cuando alguien te grita frente a todo mundo y te expone de forma negativa en relación a tu trabajo.

En el tema de liderazgo, no por que seas jefe y estés a cargo, te permite tratar mal a otros.  Estas personas a las que les gritas para obligarlos a hacer algo, son de los que necesitas para lograr objetivos. Es un cuento de nunca acabar, si lo pides mal, ellos no te van a ser leales al 100%, pues no sienten que los estés apoyando y por lo tanto su trabajo no va a ser el mejor.

Los seres humanos reaccionamos ante las situaciones negativas de igual forma. En cambio si motivas positivamente y pides  amablemente y directa las cosas, así también va a reaccionar tu equipo. Decirle a tu equipo lo mal que hacen su trabajo  puede provocar que no intenten hacerlo mejor pues de todos modos los vas a criticar.

En una ocasión una persona estaba poniendo unos datos en una tabla y la llenaba sin mucho sentido. Comentó que el jefe le había pedido sugerencias pero que de todos modos las iba a criticar y lo iba a corregir con sus propias aportaciones, así que prefería no perder mucho tiempo si de todos modos lo iba a rechazar.

Es muy fácil decidir que tienes que estirar y exigir a las personas para que cumplan. Pero por que partir de la mala voluntad de las personas en lugar de la buena voluntad. Es decir, si contratas a alguien para tu equipo, es por que creíste que tiene ciertas cualidades que le van a permitir desempeñar exitosamente su trabajo.  Si ya estaba en el equipo cuando llegaste, tendrás que darle la oportunidad de ver qué tan bien se desenvuelve. Dales la oportunidad de que te demuestren qué es lo que mejor saben hacer. Te puede sorprender ver cómo las personas florecen y sacan lo mejor que tienen por ofrecer, si permites que se desempeñen positivamente.

Reaccionar como si le estuvieras haciendo un favor a otros solo por que les estás dando trabajo, es una forma muy soberbia y poco asertiva de proceder para conseguir el éxito o resultados favorables. Si no logras hacer conexiones con las personas y conocerlas a fondo, mostrar interés en lo que tienen que hacer, puede provocar que las personas respondan con la misma falta de interés.

Y así mismo, si crees que ser muy directo y dudas al pedir las cosas para evitar conflictos, las personas también lo van a notar.  Si es gente difícil, probablemente no cumplan adecuadamente con sus tareas solo por que notan debilidad en tu forma de interactuar con ellos.

Comunicarte de forma directa, con palabras positivas, sin tantas explicaciones, con buenos modales, es una forma asertiva de proyectar liderazgo. Agradecer el trabajo hecho, hacer cumplidos sinceros, procurar a las personas de tu equipo, no demostrar debilidad, siendo directo y firme, permite proyectar tu liderazgo y asertividad para conseguir las metas propuestas.  No están peleados la asertividad y sinceridad con la manera en que te comuniques y un liderazgo sólido.  Cuida tus formas cuando pidas a tu equipo que te apoye. Los resultados los notarás instantáneamente y tendrás personas dispuestas a seguirte y ayudarte para conseguir el éxito para todos.

La próxima vez que quieras reaccionar con una palabra o adjetivo calificativo negativo, detente y piensa un poco, reacciona pacientemente y habla con palabras positivas que motiven a sacar lo mejor de las otras personas no lo peor que tienen dentro.

Foto “© [Labrador] / [PhotoXpress]

Ale Marroquín, es consultor en imagen y protocolo de negocios. Certificada por la Asociación Internacional de Consultores en Imagen (AICI) como FLC (First Level Certificate). Con casi 20 años de experiencia en áreas de ventas y relaciones con clientes, Ale Marroquín, asesora a las personas para transformar sus habilidades en áreas de comunicación, liderazgo, comportamiento, actitud y apariencia profesional. ¡Transformando la imagen y comunicación en las personas! www.alemarroquin.com