Cómo muchos de ustedes que leen mis publicaciones sabrán que siempre estoy buscando nuevas lecturas y artículos que complementen o ejemplifiquen a lo que yo me dedico. ¿Qué exactamente hago? Apoyo a profesionales a que puedan renovarse, re inventarse a través de sus propios talentos, que encuentren herramientas que les permitan mejorar su comunicación así como su presencia ejecutiva o liderazgo; que al final es la que manda señales de que alguien es lo que parece y es capaz de enfrentar retos e influenciar a otros para lograr sus propósitos.
El conocimiento es sumamente importante, pero en ciertos niveles en lo profesional lo que más va a importar es tu liderazgo y como ejerces influencia para que otros te sigan. ¿Por qué sería más importante que tu conocimiento técnico? Si no hay quien te siga, pues no puedes ser líder y será complicado avanzar y crecer.
Volviendo al tema de los artículos que leo, me encontré uno muy bueno sobre Marissa Mayer CEO de Yahoo “What is she fighting for?” en Linkedin. Marissa Mayer resultó ser muy buena en la parte técnica y comenta el artículo que pésima con sus habilidades para lograr que su equipo confiara en ella y la siguiera. Implementó una serie de nuevas estrategias que nadie sintió que fueran en su beneficio. Sobre todo fue incongruente que los mensajes que mandó como quitar los medios tiempos y el “home office” y decir que si querían trabajar así, no estaban hechos para trabajar en Yahoo. Inmediatamente después gasto un dineral en poner una guardería al lado de su oficina que incluía una nana; una falta de congruencia en el mensaje que estaba mandando que sumó a la desconfianza que estaba creando con su administración.
Ella es egresada de Stanford y después de Google se convirtió a sus 38 años CEO de Yahoo. El artículo comenta como se concentra más en tener la razón que en acercarse a la gente. De acuerdo al libro de Sarah Brummitt Executive Presence, un verdadero líder posee las siguientes cualidades: integridad, comunica propósito, es auténtico, comunica vulnerabilidad, es respetuoso, es humilde, es equilibrado y tiene un alta inteligencia emocional, tiene confianza, es creíble, es consciente de si mismo, se gana a otros en mente y alma, apoya y motiva a su equipo y logra influenciar a quién lo rodea.
Parece que en esta época en que las personas dudan de que hay que renovarse constantemente, que hay que seguir aprendiendo y que aun cuando ya sabías hacer algo o conoces cómo funciona algo, la pregunta que hay que hacerse es si realmente lo estás haciendo en tu día a día o sólo sabes que se puede hacer pero no lo estás aplicando en ti mismo.
Yo te quiero preguntar a ti, ¿en qué momento de tu vida profesional estás y si palomeaste todas las cualidades que arriba menciono? Son muchos los detalles que hay que evaluar para detectar si eres creíble, si comunicas correctamente, si logras influenciar a otros y si no estás seguro si lo estás logrando, cómo sabes que seguirás en la carrera del crecimiento profesional. Se acerca el fin de año y todo mundo empieza a agarrar energías para el siguiente, ¿cuáles son las metas que te propones, crecer tu cartera de clientes, ganar más, lograr que te promuevan, cambiarte de trabajo, emprender un negocio?
Para eso tienes que asegurarte que te estás renovando y no siempre se puede sólo. Alguien desde afuera te puede apoyar (jefe, mentor, coach) pero sobre todo, depende de ti, y de tu disposición a intentarlo y de invertirle tiempo, quizá dinero y poner en una balanza cuáles son tus prioridades. ¿Tú qué prefieres, renovarte o morir?
