La comunicación es una clave muy importante en los negocios. Si no te aseguras que lo estás haciendo bien puedes provocar malos entendidos, puedes herir susceptibilidades, puedes perder de vista que tu mensaje no se entendió cuando seguramente no lo entregaste correctamente, en conclusión, puede afectar completamente cómo otros te ven y lo que esperan de ti.
Si la presencia ejecutiva también se mide a la hora de comunicar. Si ya eres un líder y vas creciendo en la escalera corporativa, las personas que están a tu alrededor estarán esperando que puedas mandar un mensaje de forma consistente con lo que se espera de ti.
Si ya eres el líder de la organización y no te perciben auténtico, si consideran que te falta credibilidad, que te falta aplomo para decir las cosas, lo ligarán directamente con tu eficiencia y tu forma de enfrentar retos.
Aun teniendo las herramientas correctas para lograrlo, si no manejas una buena inteligencia emocional, también perderás de vista que eso puede influir en tu forma de comunicación.
Hay que encontrar el momento adecuado para saber cómo y cuando decir las cosas sin ofender a otros sin agredir y asegurándote que tu mensaje se recibe correctamente. Cuando estás bajo estrés, bajo presión, enojado o alterado, es mejor esperarte a hablar con otros cuando estés más tranquilo por que lo que dices no necesariamente está bien pensado y puedes arrepentirte.
El otro día me comentó un amigo, cómo tuvo que pedirle a una persona de su equipo, que se saliera de una junta dónde platicaban con un cliente, por que empezó a atacarlo y discutir con él sobre los detalles de una negociación. Se puso al tú por tú y obviamente estaba alterado, lo que mi amigo consideró no solo inapropiado por que no te pones a contradecir a tus clientes, sino que encuentras la forma de hablarlo y aclararlo sin poner etiquetas y sin dejar que las emociones te sobrepasen.
No lo corrió pero obviamente fue una persona a la cual no considera para temas relevantes o para atender cuentas más importantes. Seguramente estará congelado en su posición mientras no logre mejorar su comunicación.
Exhibir a otros en publico, discutir agrediendo y etiquetando, solo fricciona las relaciones y desgasta la comunicación. No es lo mismo comentar que no estás de acuerdo con algo a enfrentar a alguien más para decirle que está mal. Es mejor pedirle a alguien hablar en privado en lugar de exhibirlo enfrente de más personas por que lo pones al a defensiva y lo que sea que tienes que decir no funcionará.
Recapacita la próxima vez que quieras dar retroalimentación y provocar un cambio, asegúrate que estás usando las palabras correctas, no estar a la defensiva y sobre todo no exhibirlo enfrente de otras personas.
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