A nadie le gusta equivocarse, nadie se levanta por las mañanas pensando en cómo cometer errores.  Errar en lo profesional suele ser ligado con falta de capacidad de resolver, sin embargo, somos humanos y esto puede llegar a suceder de vez en cuando.

Ver de forma positiva cuando te equivocas es mejor que lamentarte ante lo ocurrido. Aprovechar el aprendizaje que te da este tipo de situaciones te hará ver más profesional y te permitirá evitar volver a hacerlo en el futuro.

El problema suele ser cuando no pones cuidado en los detalles y el error se repite varias veces.  Asumir que no importa, manda señales de falta de compromiso con tu trabajo.

Aquí algunas sugerencias que te permitirán usar a tu favor las equivocaciones.

• Primero que nada, hay que saber reconocer cuando te equivocas y no tratar de endosar el error a alguien más o justificarlo con otra circunstancia. Si te equivocaste, aun cuando haya sido por influencia de algo ajeno a ti, tratar de esquivar la responsabilidad te hace ver débil y disminuye tu liderazgo.   Lo mejor es hacer nota de cuáles fueron las causas para que se produjera este error para que la próxima vez, lo consideres y evites que pueda afectar en tus resultados.  Por ejemplo, si es otro departamento que te entregó la información mal, para la siguiente, primero checas los datos y luego los incluyes en tu reporte, en lugar de decir que te mandaron mal la información.
• Una vez que reconoces tu error, no sólo pidas disculpas, propón una solución que neutralice el efecto de la equivocación. Es decir, si tan solo reconoces que te equivocas y el error sigue sin resolver, pareciera que te deslindas de tu responsabilidad. Tu credibilidad y liderazgo, se fortalece cuando enfrentas este problema con la posible solución que lo resuelve. Para ejemplificar esto te cuento la siguiente anécdota: Una persona organizó una reunión con el sindicato de los trabajadores, todos sabemos el cuidado y atención que tenemos que ponerle a quien representa los intereses de los empleados.  Por error, esta persona olvidó apuntarlo en su agenda y el día de la reunión, simplemente no llegó.  Al escuchar esto el director general le mandó llamar, sobre todo por lo delicado que era desairar así al sindicato.  Inmediatamente, llamémosle Juan, habló con el director de RH para comentarle lo que había sucedido y preguntarle si había forma de arreglarlo.  Le consiguieron una siguiente reunión,  y cuando Juan llegó a la oficina del Director General, no sólo reconoció su error, le comentó que ya había conseguido una nueva junta.  Cómo puedes ver, la gran falta que cometió, no fue tan grave una vez que ya tenía la solución al frente.
• Lamentarte, bajar la guardia, sentirte decaído por lo que sucedió no te ayuda a salir adelante. No te castigues tanto y mejor considera todo el detalle de lo que sucedió y aprende de tu error.  La mejor forma de tener éxito es que cuando fracasas, aprendas la lección para que la próxima vez lo hagas mejor. Alguna vez tuve un negocio propio donde decidí contratar el mayor número de personas posibles para dar un buen servicio.  Aunque las razones para cerrar el negocio fueron ajenas a mí y más por temas con el arrendador del local, aprendí que la próxima vez que tuviera un negocio propio, tendría que empezar de menos a más con el fin de medir los resultados y no tener costos fijos tan altos desde un principio.  Eso hice ahora que formé mi consultoría, me ha permitido tomar mejores decisiones e invertir en lo que realmente es necesario para ir creciendo.
• Lo más importante es que un error te lo pueden perdonar una vez, la segunda, ya no es justificable y puede costarte no solo falta de credibilidad, sino que tu puesto está de por medio. Sí, todos somos humanos, todos nos podemos equivocar, cometer el mismo error dos veces demuestra falta de atención y cuidado en el trabajo, es desconsiderado volver a cometer la misma falta y asumir que se te debe entender. Manda señales de la falta de prioridad que le das a tus obligaciones.

Fracasar y equivocarte puede ser una constante en la vida de muchas personas, la manera en que enfrentan estas equivocaciones y cómo resuelven para el futuro, es lo que refuerza tu marca personal. Sobre todo el aprendizaje que obtienes de estas lecciones, es lo que te hace crecer en lo profesional.