Tomar decisiones en los negocios no es siempre tan fácil. Hay riesgos que al tomarlos influyen directamente en resultados relevantes y que puedan provocar un alto costo para la empresa o debilitar tu liderazgo si la decisión no está bien fundamentada y no tiene un impacto positivo.

Sin embargo, si evitas tomar una decisión por miedo o inseguridad al posible desenlace o si decides esperar hasta consultar con alguien más para que te den el visto bueno tus jefes o supervisores, todo esto puede influir en la percepción que tengan de tu desempeño y posible crecimiento.

Cuando analizas la situación y te planteas el peor escenario, en una mayoría de las veces, resulta que el NO ya lo tienes y que no siempre se tiene mucho que perder cuando decides tomar acción para ejecutar un proyecto. Esto es bueno en cuánto a tu proyección profesional, porque les quitas un peso de encima a tus jefes al saber que pueden confiar en ti porque eres pro activo y por que es una tarea menos que tienen que supervisar.

Muchos ejecutivos no piensan en todos los posibles escenarios y solo en el miedo que los ciega a tomar decisiones, eso refleja debilidad y un alto costo de oportunidad para los líderes de las organizaciones. Por supuesto que no estoy diciendo que tomen una iniciativa innecesaria, sino que fundamenten su toma de decisiones y realmente evalúen todas las posibilidades alrededor.

Las preguntas que tienes que hacerte ante este tipo de eventos serían:

• ¿Qué es lo peor que puede pasar si digo que no/si?
• ¿Cómo influiría en el resto de la organización que esto se resuelva favorablemente?
• ¿Cómo afectaría que esta decisión tome más tiempo en resolverse?
• ¿En quién tengo que apoyarme para estar seguro que tenemos toda la información y datos necesarios para la toma de decisiones?
• ¿Qué puede pasar si la decisión es equivocada? ¿Cuál es el verdadero costo de no tomarla?

Sobre todo para quién empieza a tomar decisiones, tiene que confiar y creer en sus talentos y sus capacidades, tiene que valorar que su experiencia y conocimiento le da un respaldo y que por algo está en esa posición. Si no confías en ti, si no crees que eres capaz de lograr metas, y que tu haces la diferencia en lo que emprendes, es muy probable que lo reflejes ante tu equipo y este tipo de decisiones se ven afectadas por no haber un respaldo a través de cómo proyectas esa credibilidad y seguridad.

Está por terminarse el año, que por cierto para mi fue más que veloz, es momento y todavía hay tiempo de tomar las decisiones apropiadas para hacer que tu 2017 sea un año de nuevos retos, de mejores decretos, de alcanzar metas que no has logrado pero sobre todo de creer en ti y que puedes lograr tus objetivos. Cómo cada año te propongo escribir tus metas de corto y mediano plazo, revisar las de largo plazo que quizá se han convertido en mediano y analizar, qué tienes que empezar a hacer, que tienes que dejar de hacer y que tienes que continuar haciendo para re inventarte tú, tu negocio y que reconozcas que es momento de tomar acción. Rodéate de personas que te iluminen, que te apoyen y que influencien tu toma de decisiones, y sobre todo, fundaméntalas, no es nada más un deseo, es una acción respaldada por justificaciones razonadas, antes de ejecutar asegúrate que tienes fundamentos de que lo que estás haciendo tiene expectativas positivas.

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