Tu actitud positiva depende de ti, no depende de otros. Esto es cierto siempre y cuando te lo creas, porqué depende de ti y la voluntad de creer que tu tienes el control de tus emociones. Esto en pocas palabras es tu inteligencia emocional.
Hay personas que tienen mayores habilidades para controlar sus emociones, a los que no, definitivamente es algo que se puede lograr con voluntad y con constancia. Cada vez que un pensamiento negativo trata de entrar sin invitación a tu mente, cierra la puerta. Depende de que tu decidas si es algo que te puede controlar y si en ese momento, te detienes y respiras pensando, yo decido que el resto de mi día sea bueno, así será.
Tendemos a decir que la persona de al lado te hizo enojar, te arruinó el día, te causó daño cuando en realidad uno decide dejar que esos sentimientos invadan nuestras acciones. Por supuesto que hay personas tóxicas que es mejor no tenerlas cerca por que puede influir en el éxito de lo que emprendes, pero ahí también decides tú si te quedas o te vas de su lado.
Todo está en la mente y cómo formulas tus pensamientos. Siempre es mejor decir “Cómo puedo resolver un tema” en lugar de “Eso es muy difícil conseguirlo”. Proponer metas alcanzables y reales para construir día a día es un comienzo para trabajar con tu mentalidad positiva.
El éxito de las personas consiste en la tenacidad y perseverancia en creer en uno mismo, en formular el éxito que quieren alcanzar y trabajar constantemente en ello. En no permitir que obstáculos te impidan seguir avanzando, quizá provoquen que sea más lento el camino, pero que no te detengan.
Analiza cuando has logrado algo importante. Cómo planteaste tus pensamientos y por qué conseguiste lo que te propusiste. Ahora analiza cuando no has obtenido resultados positivos y cómo eran tus pensamientos cuando esto sucedió. Si reflexionas, la mayoría de las veces, cuando algo no está funcionando es por que nuestro pensamiento no está encendido de forma positiva. La frustración, la posibilidad de que no tenga éxito, las complicaciones que implican, son las que comúnmente ocupan un espacio en nuestra mente.
Toma tiempo de vez en cuando y vuelve a analizar cuales son tus talentos y capacidades y hasta dónde quieres llegar y sobre todo, decide creer que tienes las cualidades y capacidades que te lo van a permitir. Cada vez que hagas ese ejercicio, casi por arte de magia, las nuevas oportunidades se presentan. En ese momento hay que ponerse las pilas para seguirlas buscando. No es solo el pensamiento, también es la acción, solito no cae, pero si de verdad estás buscando crecer en lo profesional, mejorar tu presencia ejecutiva, obtener un nuevo puesto o mantener el que te acaban de dar, es importante que empieces por cambiar tu mentalidad y creer en ti. Piensa positivo y formula todo hacía la meta que definiste y verás como el universo tiene cosas atractivas para ti. ¿A mi me funciona a ti?
Foto Dreamstime
