Dime cómo vistes y te diré a qué te dedicas.

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Tal es el caso de un hombre ejecutivo de alto nivel que pensó que su reloj y corbata no podrán influir en su desempeño profesional. Mencionarlo tan sólo, puede sonar  superficial, “¿Cómo un reloj determina si eres capaz o creíble?”  No es el reloj, ni si es de marca o si representa cierto status;  es considerar que un accesorio es parte de un rompecabezas dónde si esa pieza no embona con el resto, la imagen final no queda completa.

Pongamos un ejemplo más específico: Cuando estuve como asesor financiero manejando el dinero de otras personas, aún teniendo a la mano todas las  reglas y teorías de portafolios y conociendo los mercados a la perfección, no era suficiente para el éxito con los clientes. Cuando las personas hacen negocios con otros, no importa en qué tipo de industria estés, quieren hacerlo con personas que creen que son igual que ellos, en cuanto a educación, experiencias, valores, costumbres.

Hay detalles que pueden influir en un cliente si percibe si eres confiable y capaz. Es por eso que es importante no descuidar la presencia personal en detalles tan sencillos, como actualizar un traje sastre si eres hombre, revisar que las camisas no estén dañadas de los puños, cuidar que sean de buena calidad, no usar reloj deportivo con traje, y portar unos zapatos pulidos y de vestir.  Si eres mujer, cuida no usar blusas transparentes, ropa escotada o muy apretada, vestir demasiado casual o ropa muy moderna y que se vea más de pasarela que profesional.

Una persona que tiene dinero ahorrado y lo quiere cuidar, quizá note estos pequeños detalles y se imagine que si ese asesor, no puede tener una buena camisa o comprarse un traje nuevo, quizá no entienda como administrar el dinero de otros. Si la mujer provoca más por su atractivo visual que por la credibilidad que proyecte, es probable que decidan no confiar en ella su patrimonio.

Esto puede sonar injusto, pero es real. Para qué otros quieran hacer negocios que perduren contigo, debes reflejar credibilidad, capacidad de entenderlos con empatía para hacer conexiones sólidas y entonces, usarás tus conocimientos para lograr resultados positivos. Si tu vestimenta no proyecta lo que haces, quizá otros no te crean capaz de que puedes entregar soluciones exitosamente.

No es un tema de invertir en prendas caras, ni de estar siempre a la moda o con lo que es popular; es ser congruente en lo que haces, cómo lo haces y los qué quieres proyectar a otros, para confirmar cuáles son  tus bondades y capacidades.

Hacer un esfuerzo para  invertir en un traje clásico, que te quede bien, es eso, una inversión no un gasto. Usar un reloj que sea apropiado para un traje para que todo se vea armónico; si no tienes más que el del gimnasio, mejor no lo uses. Usar una corbata con un color que resalte tu colorido personal y que sea adecuada al mensaje profesional que quieres mandar, es parte de esta construcción de tu imagen. Tus camisas deben ir bien planchadas y bien limpias, tus zapatos, no sólo boleados, con una buena suela que fortalezca tu imagen.  No te pelees entre tu capacidad y conocimientos y el mensaje que proyecta tu imagen,  es sólo cuestión de ligarlos para que sean congruentes. Cuida que tu imagen transmita los valores de tu marca personal, si tienes duda, acércate a un consultor que te apoye para lograrlo.

Foto “© [Photobluice] / [PhotoXpress]

Ale Marroquín, es consultor en imagen y protocolo de negocios. Certificada por la Asociación Internacional de Consultores en Imagen (AICI) como FLC (First Level Certificate). Con casi 20 años de experiencia en áreas de ventas y relaciones con clientes, Ale Marroquín, asesora a las personas para transformar sus habilidades en áreas de comunicación, liderazgo, comportamiento, actitud y apariencia profesional.  Acelerando el potencial de las personas.  www.alemarroquin.com twitter @a_marroquin

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