Estoy leyendo un artículo por el Washington Post en el aeropuerto mientras espero tomar un avión para ir a dar cursos fuera del DF. Ya lo había visto en las redes y no había tenido tiempo de leerlo, “La verdadera razón por la que las mujeres tienen que tomar tanto tiempo para arreglarse”.

Habla sobre el tiempo, la cantidad de productos y el dinero que emplean las mujeres para verse arregladas. Menciona como a través de un estudio por dos sociólogos, se reconoce cómo si no se arreglan, pueden dejar de ganar una gran cantidad de dinero en sus sueldos. Este estudio menciona como la gente atractiva tiene mejores sueldos que los que no.   Además mencionan que aunque sean atractivas, si no se ven arregladas, tampoco reciben más sueldo que las que sí lo hacen.

Mencionan la polémica sobre lo injusto que es hacer esa separación entre las personas que tienen rasgos físicos más atractivos y que suelen ser las más populares en la escuela, que en la corte tienen menores tiempos de sentencia, que son contratadas primero que otras personas y que les aumentan el sueldo más rápido. Se dice que tienden a parecer más creíbles, más cooperadoras y más confiables.

Hace un comentario que me hace sentido, dice que el estudio encuentra que la belleza es más bien algo que haces en lugar de algo que eres. Yo estoy de acuerdo, este es un tema de hacer algo por ti y que se note que te ves arreglado por el contrario de asumir que no importa.

Desde mi punto de vista como consultor en comunicación y presencia ejecutiva, es algo que se puede lograr cuando tienes disposición de verte cómo pretendes ser percibido. Ni modo, parece ser que a las mujeres se nos exige más en este sentido que a los hombres. De todos modos, no importa el género, esto influye en cómo otros perciben tu credibilidad, tu responsabilidad y proyección en lo profesional. Si otros notan que le dedicaste tiempo a tu persona para verte arreglado, pulcro entonces demuestras que te importa cualquier tarea que emprendes.

Todos hacemos juicios de valor sobre qué esperar de alguien, ya seas hombre o mujer, si tu corbata está chueca, tus dientes están manchados de tanto fumar o por tomar café, si tu ropa se ve descuidada, si eres mujer y no usas maquillaje, si se nota que no te lavaste el pelo y se ve el almohadazo, (típico en las mujeres que solo se arreglan la parte de enfrente y olvidan que las personas también las ven por atrás).

Todo eso manda señales quizá equivocadas de tus verdaderas intenciones en tu mensaje personal y profesional. ¿Cómo pretendes ser percibido? ¿Estás logrando lo que te propones? ¿Te has preguntado si la razón por la que no te aumentan el sueldo es por que no te ves arreglada/o?

Y si lees el artículo completo podrás darte cuenta que aunque sea injusto es un tema comprobado en estudios realizados por profesionales en dónde los resultados en la investigación no engañan.

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