Este blog está inspirado en uno de mis lectores que me sugirió cómo tema, “Cómo hacer para que otros no noten cuando estás contrariado”. En el momento en que leí la sugerencia, mil respuestas se me vienen a la mente.

Quisiera comenzar con esta “El que se enoja pierde”. Tu actitud positiva depende de ti, no de que otros influyan en que la tengas o no. Recuerda que cuando estás contrariado, tu cerebro manda el mensaje a través de tu lenguaje no verbal que automáticamente lo refleja. No puedes evitar que si tu estado de ánimo está alterado, tu cuerpo haga otra cosa.

Inténtalo ahora, y piensa en una escena de terror y trata de sonreír. Quizá lo logres, pero se vea forzada la sonrisa; es muy complicado. Ya voy en el tercer párrafo y no he contestado la pregunta. La respuesta es fácil, no lo puedes evitar. Las personas a tu alrededor, van a notar si estás enojado, frustrado, contrariado, feliz, energético por la forma en que te expresas a través de tu lenguaje no verbal.

Mi sugerencia es que intentes cambiar tu actitud a un estado de ánimo positivo. En un principio suena fácil y ya sé que no lo es. Intenta hacer el siguiente ejercicio:

• Estás contrariado por algo que puedes resolver: Resuélvelo para hacer a un lado el sentimiento.
• Estás contrariado por algo que no está en tus manos resolver: No te desgastes emocionalmente, estar contrariado no lo resuelve, cambia tu actitud y es tu decisión hacer a un lado la preocupación ya que no tienes forma de resolverlo.

Pensar así, hace la vida más fácil. Lo puedo resolver, no, entonces de que sirve que me preocupe. Por ejemplo, cuando siento que hay tráfico y que puede ser posible que llegue tarde, no sirve de nada alarmarme porque eso no evapora el tráfico. Lo que hago es me relajo y pienso, no puedo volar, así que, me siento mejor estando tranquilo y de todos modos acelerarme yo, no acelera mi paso.

A esto le llaman inteligencia emocional. Yo decido cómo expresarme y cómo controlar mis emociones, no son otros los que influyen en mi. Irse a un extremo también es malo. No demostrar ninguna emoción a través de tu lenguaje no verbal, y controlar tus movimientos de manera que la otra persona no sepa que estás pensando, o si estás recibiendo o no la información, puede debilitar la relación. Esto puede influir en que los resultados buscados no sean lo mismos. Recuerda que dependes de otros para lograr tus objetivos, ya sea que un prospecto se haga tu cliente, que un colega quiera trabajar en equipo, que tus subordinados te sigan y estén de acuerdo contigo para que puedas hacer tu trabajo, que un jefe confíe en ti para promoverte.

Entonces, si estás contrariado, no puedes evitar que otros lo noten, respirar profundo y tomate unos momentos para decidir si puedes o no controlar tus emociones. El resultado va en tu beneficio, por que demuestras tus habilidades para trabajar en cualquier circunstancia. No te preocupes, no es de un día para otro, inténtalo poco a poco y cuando creas que volviste a permitir que las emociones te ganen, vuelve a leer esta publicación y acuérdate, está en tus manos resolver la situación, entonces no te preocupes y controla tus emociones.

Foto “© [pressmaster] / [PhotoXpress]