La Percepción lo es Todo
Las buenas intenciones no siempre son evidentes, las personas no tienen acceso a tus buenas intenciones. Aunque estés convencido de que tus acciones son positivas, si los demás las perciben de manera negativa, pueden generar confusión, desconfianza e incluso dañar tu reputación. Es importante recordar que la percepción es la realidad, y que nuestras acciones, aunque bien intencionadas, pueden ser malinterpretadas. Por ende, no hagas cosas buenas que parecen malas, porque eso puede debilitar no solo tu presencia ejecutiva sino la credibilidad de tu marca personal.
El Desafío de la Comunicación
La falta de comunicación efectiva es un problema frecuente tanto en el ámbito profesional como personal. A menudo, asumimos que los demás deberían comprender nuestras intenciones sin necesidad de explicaciones claras. Sin embargo, esta suposición puede crear malentendidos y conflictos innecesarios.
Un Caso de Estudio: Cuando las Buenas Intenciones se Vuelven Malas
Recientemente, contraté un servicio que prometía ser completo y de alta calidad. Sin embargo, después de realizar el pago, el proveedor nos informó que había roto su alianza con la empresa encargada de prestar el servicio principal. Esto generó confusión y desconfianza, ya que la reputación de esa empresa había sido un factor clave en nuestra decisión de compra.
En momentos así, lo primero que piensas es que te estafaron y caíste en la trampa. Es cómo si yo te vendiera un coche de lujo y, ya que lo pagaste, te aviso que le van a faltar accesorios pero que de todos modos te va a transportar.
El proveedor no comprendía nuestra preocupación y se puso a la defensiva cuando solicitamos un reembolso. A pesar de sus buenas intenciones, su falta de comunicación transparente y el cambio de condiciones después de la transacción generaron una percepción de falta de ética y profesionalismo.
Nos preguntábamos si todo lo que nos había dicho al hacer la venta iba a ser realidad o iba a estar cambiando de opinión a lo largo del servicio ofrecido. El vendedor era una persona muy joven, lo que me hizo pensar que se le hizo muy fácil, y cómo digo yo, sin consciencia del impacto que su comportamiento y comunicación tuvieron en su cliente final. Además, cuando todo sucedió, se puso a la defensiva, como no comprendiendo por qué dudábamos de su capacidad. Empezó a pelear y a discutir con el poder de querer ganar su argumento. No fue un diálogo, fue una lucha por querer tener la razón. Jamás te pelees con tu cliente, sobre todo cuando claramente, hay un tema de mala comunicación. La negociación y el diálogo empático es lo más importante. La lucha de poderes no existe cuando por más que tu intención sea buena, claramente hay una responsabilidad de que entregues con claridad, transparencia y sin vicios ocultos. Un evento desafortunado que me hace reflexionar, la cantidad de veces que he visto situaciones como esta en donde la persona con buenas intenciones, se siente confundida porque no entiende qué pasó. Se pregunta porque se malinterpreta su comportamiento, y en muchas ocasiones, se siente víctima de la circunstancia.
Lecciones Aprendidas
Comunicación Clara y Transparente: Es fundamental establecer expectativas claras desde el principio y mantener una comunicación abierta y honesta con los clientes.
Responsabilidad: Asume la responsabilidad de tus acciones y decisiones, incluso si tus intenciones eran buenas.
Negociación y Empatía: Ante un conflicto, busca soluciones a través del diálogo y la negociación, mostrando empatía hacia la perspectiva del cliente.
Evita la Lucha de Poderes: No intentes imponer tu punto de vista a toda costa. Escucha activamente y busca un entendimiento mutuo.
Conciencia del Impacto: Sé consciente de cómo tus palabras y acciones afectan a los demás.
Recuerda que la percepción es la realidad en los negocios y tu eres 100% responsable de lo que suceda. Si algo sale mal, en lugar de buscar culpables, reflexiona sobre el impacto de tu comunicación y tus decisiones. Asegúrate de que tus acciones, incluso las bien intencionadas, sean comunicadas con claridad y transparencia para construir relaciones sólidas y duraderas tanto en tu vida personal como en los negocios.
¿Alguna vez has experimentado una situación en la que tus buenas intenciones fueron malinterpretadas? ¿Cómo manejaste la situación? ¿Qué aprendiste de esa experiencia?
Comments